Calvicie en jóvenes: un problema que repercute en la autoestima

En los varones, puede darse a partir de los 20 años. Si se detecta la merma a tiempo, existen opciones previas a los implantes capilares. Los expertos las explican.

La calvicie representa hoy una de las grandes preocupaciones estéticas para los hombres de todas las edades. Más del 50% de ellos la padecen, según los expertos. Este problema puede provocar una baja en la autoestima, aún más en los varones jóvenes.   

La alopecía en el sexo masculino se puede iniciar aproximadamente entre los 20 y 30 años. Su  causa en más del 95% de los casos se debe a la androgenética, que combina factores hormonales y hereditarios.

“La mayoría de los jóvenes que padece calvicie se ven afectados en su autoestima por lo que se les dificultan también las relaciones sociales. Algunos pacientes se vuelven tímidos, inseguros, angustiados y a su vez estas sensaciones pueden repercutir en su calidad de vida”, aseguró el doctor Néstor Spagnuolo, Director y Socio Fundador de Medical Hair.

Hoy, afortunadamente, los avances de la medicina en esta especialidad ofrecen diferentes tipos de tratamientos. Es importante explicar qué terapias existen para mejorar la salud del pelo y evitar, en la medida de lo posible, su caída. En la mayoría de los casos la alopecia androgenética se soluciona con el implante capilar, pero hay otras opciones si el problema se corrige a tiempo.

Los jóvenes que se acercan para las primeras consultas, lo hacen porque comienzan a notar que su cabello se vuelve más débil y que la caída comienza a dejar claros en el cuero cabelludo.

Para este caso, existe la mesoterapia, que consiste en la combinación de vitaminas y la administración local intradérmica de fórmulas específicas estimulantes para el crecimiento del cabello. Se infiltra una dosis exacta y a una profundidad precisa donde están los folículos pilosos para generar mayor vitalidad, frenar la caída y estimular un crecimiento más saludable de cabellos en renovación.  Además, genera más densidad y no requiere anestesia.

Por último, cabe aclarar que es importante consultar con especialistas para elegir la opción más adecuada.

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