¿Cómo afecta el deporte a la piel?

Cuando hacemos deporte, lo más común es sudar, algunas personas más que otras. Las glándulas de la piel secretan ese líquido como una forma de termorregular la temperatura del cuerpo, en otras palabras, es una forma de enfriar el cuerpo.

La Dra. Rosa Taberner, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), y especialista en el Hospital Son Llàtzer (Palma), remarca que “Sudar es un mecanismo de termorregulación. Es necesaria para vivir, sudar para mantener esa temperatura del cuerpo. En ese momento agudo de práctica deportiva se suda, aunque todo depende del deporte que hagamos. Hay muchos, algunos en interiores, otros acuáticos o exteriores, y mientras hacemos deporte podemos agredir a nuestra piel, como el contacto con el cloro o con la radiación ultravioleta», advierte.

La temperatura corporal estable debe mantenerse alrededor de los 36 grados, y cuando hacemos deporte «el cuerpo es como un motor que se calienta y necesita disipar ese calor porque si no tendríamos un golpe de calor». Sobre todo si hacemos deporte al aire libre, donde estamos más expuestos al sol y al calor.

Para los deportistas, es muy necesario perder agua a través de la piel para disipar el calor. «Si no no podríamos hacer deporte a una temperatura alta y ni mucho menos hacer deporte de esa manera. Hay enfermedades que se caracterizan por no poder sudar, enfermedades genéticas, y estas personas no pueden hacer deporte ni estar expuestas a fuentes de calor», explica la Dra. Taberner.

Otro aspecto a tener en cuenta sobre la piel y el deporte es que en los deportistas se dispara la producción de radicales libres, los mecanismos oxidativos del cuerpo. «Gastamos más oxígeno y este gasto implica la formación de radicales libres y, al menos teóricamente, en el largo plazo se ha demostrado cierta influencia de estos en el envejecimiento de la piel. Sobre la teoría es así, en la práctica no está tan demostrada esa relación, pero sí tenemos que pensar que algo de verdad hay y hay que tomar precauciones en cuanto a la exposición al sol, algo que debemos tener en cuenta, así como llevar una dieta adecuada».

Esto no quiere decir que hacer deporte no sea beneficioso para la piel, sino que hay que prestar atención a las condiciones en las que practiquemos el deporte. La Dra Taberner remarca que siempre hacer ejercicio va a ser beneficioso para nuestra piel, pero hay que tener cuidado y no llevar el deporte al extremo, ya que ningún exceso es bueno.

«Por ejemplo, correr una ultramaratón nunca puede ser bueno. El deporte a nivel de élite no será bueno ni para la piel, ni para mis articulaciones; si bien a nivel amateur, a nivel de público general, siempre superan los beneficios a los riesgos porque esto repercutirá en una mejoría de nuestra salud en general y, por tanto, en la de nuestra piel.

Hay muchas enfermedades de la piel para las que, por ejemplo, la obesidad es un factor de riesgo, o bien que empeoran como la psoriasis. «Controlarla a través del deporte repercutirá en el aspecto y en una mejoría de la enfermedad si la tenemos. Aunque sea de manera indirecta siempre será más positivo hacer deporte que quedarse en casa. La salud psicológica también, si nos sentimos bien descansamos más. y todo esto hace que tengamos una piel mejor, pero no es por efecto directo del deporte. Hacer deporte también controla nuestros niveles de estrés y de ansiedad, y esto también repercute en nuestra piel», resalta la dermatóloga.

¿Qué sucede con la natación?

Muchos deportes acuáticos, como la natación, se practican dentro del agua, en muchas ocasiones la pileta está llena de cloro para protegernos de posibles patógenos. Mucha gente cree que los nadadores no sudan porque se encuentran dentro del agua, sin embargo, los nadadores transpiran como en cualquier deporte. El sudor se queda en el agua y así se disimula más, pero también los nadadores pierden líquido durante su práctica.

La Dra. dice que para ciertas personas el cloro les supone ciertos problemas porque es una sustancia que puede resecar la piel. Aquellas personas que tienen tendencia a resecar la piel más de lo normal, o padecen de dermatitis atópica, necesitan un plus de cuidados y de hidratación.

La Dra. Taberner remarca aquí que son mayores los beneficios que aporta nadar en la pileta con cloro para las personas con esta condición, siempre que se mantenga una hidratación adecuada. El cloro además puede perjudicar al pelo y teñirlo de verde cuando es excesivo.

¿Qué pasa con la exposición al sol durante el deporte al aire libre?

El sol siempre es necesario, pero hay que dosificar nuestra exposición porque a partir de ciertas dosis puede acumular efectos negativos sobre nuestra piel. «A partir de los 10 minutos de sol en las horas centrales del día son suficientes para fabricar la vitamina D necesaria y ya no hace falta más, y es cuando sí empiezan sus efectos perjudiciales», remarca la Dra Taberner.

Es por esto que la Dra. recomienda a los deportistas que tengan cuidado con su piel porque la radiación ultravioleta, tanto A como B, son perjudiciales, por lo que debemos proteger nuestra piel. «Con exposiciones cortas nos tenemos que poner protector solar de 50 y si somos deportistas debemos buscar formulaciones o preparaciones en la farmacia que son más fluidas, que sean resistentes al agua y al sudor. Y que no nos hagan picar los ojos cuando nos lo ponemos en la cara” añade.

En caso de exposiciones largas al sol, la dermatóloga considera que hay que usar protectores solares más altos, y llegar hasta 100 porque tiene un efecto durante mucho más tiempo, y no cortar el entrenamiento para reaplicarse el protector.

La Dra. Taberner recomienda también usar protección física, como las prendas con protección UV, gorras, lentes de sol, entre otros.

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