Hasta hace algunos años, era frecuente ver en la televisión o en las revistas a personas del mundo del espectáculo o de la política que, de una semana a la otra, estaban totalmente irreconocibles. En el afán por mantenerse “siempre jóvenes”, se sometían a tratamientos estéticos y a cirugías que deformaban sus rasgos originales, hasta darles un aspecto totalmente artificial.
Si bien todavía se ven algunos casos de estos, la odontología y la medicina estética han avanzado notablemente, ofreciendo opciones mucho menos invasivas, que permiten mantener el aspecto juvenil, sin deformar las facciones de las personas.
El Dr. Cristian D’Agata, Odontólogo especialista en Cirugía y Traumatología Bucomáxilofacial y en Estética Orofacial, nos cuenta que la mayoría de sus pacientes llegan al consultorio con un pedido concreto: mantener la sonrisa, la piel y la expresión fresca y juvenil por más tiempo, sin tener que hacer cambios radicales en su rostro.
¿Qué es la estética o armonización orofacial?
El concepto de estética dentro del mundo de la Odontología se viene aplicando desde hace varias décadas, abarcando diversos procedimientos dento-maxilares.
Sin embargo, en los últimos tiempos, las personas empezaron a solicitar -además de salud dental- tratamientos de rejuvenecimiento y realce de la belleza en el área que acompaña a la sonrisa, es decir, en todo el rostro.
Así surge la Armonización o Estética Orofacial, ejercida por odontólogos que cuentan con una formación de excelencia y con los más altos estándares en los tratamientos estéticos.
“Es el conjunto de maniobras odontológicas, como las carillas de porcelana o los diferentes tratamientos de ortodoncia, que permiten obtener una adecuada forma, tamaño, posición y color de las piezas dentarias”, explica el Dr. D’Agata. “Y eso, en combinación con otros tratamientos -como el uso del ácido hialurónico o de la toxina botulínica- permite lograr una estética más allá de las piezas dentarias. Una estética y armonía de todo el rostro”.
Nuevas tendencias para tratamientos estéticos
En los últimos años, surgieron numerosos tratamientos no invasivos, que ayudan al organismo a recuperar (o a mantener) el aspecto joven y saludable, sin necesidad de someterse a cirugías ni a prácticas dolorosas.
