Una de cada 12 muertes en un periodo de cinco años pueden prevenirse con 30 minutos de ejercicio diario, una rutina que puede estar compuesta por actividades simples como limpiar la casa o caminar al trabajo cinco días a la semana, reveló una investigación publicada este viernes.
«Ser muy activos (750 minutos por semana) está asociado con una reducción aún mayor», según un estudio publicado por la revista médica The Lancet.
La investigación, que efectuó un seguimiento a 130.000 personas en 17 países, «confirma que a una escala global la actividad física está relacionada con un menor riesgo de mortalidad y de enfermedades cardiovasculares», dijeron los autores del estudio en un comunicado.
La relación se daba sin importar el país, el tipo de actividad o si ésta formaba parte de una clase, una rutina de transporte o de trabajo doméstico.
La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 150 minutos de ejercicio de una «intensidad moderada» o 75 minutos de una actividad aeróbica «intensa» cada semana.
Según los autores del estudio, cerca de un cuarto de la población mundial no cumple con estas rutinas.
Este nuevo estudio reveló que «caminar aunque sea 30 minutos la mayoría de los días de la semana tiene un beneficio sustantivo», indicó el director del estudio, Scott Lear, académico de la Universidad Simon Fraser de Canadá.
El estudio incluyó a participantes de entre 34 y 70 años de entornos urbanos y rurales, en países ricos y pobres. Los sujetos fueron estudiados durante casi siete años.
Los investigadores compararon los datos de las personas que había sufrido ataques cardíacos, derrames y otras enfermedades y con el nivel de actividad física que éstas realizaban.
«De las 106.970 personas que cumplieron con las recomendaciones de actividad, un 3,8% desarrolló enfermedades cardiovasculares, en comparación con el 5,1% de la gente que no», dijeron los autores.
«El riesgo de mortalidad también fue más alto para las personas que no realizaron el mínimo recomendado de actividad, con un 6,4% frente a 4,2%», dijeron los científicos.
La actividad realizada caminando para transportarse, efectuando un trabajo o actividades domésticas, fueron las formas más comunes de ejercicio, determinaron los investigadores.
«En términos generales, a mayor nivel de actividad de una persona menor el riesgo de mortalidad y de padecer enfermedades cardiovasculares», concluyeron.