Si la piel está seca, está deshidratada. La Barrera Humectante Natural (BHN) de la piel es la capa más superficial de nuestra piel que actúa como barrera entre nuestro cuerpo y los factores externos. A pesar de ser muy fina, es extremadamente importante y tiene el rol clave de protección contra el frío, calor, microorganismos y la pérdida de agua para preservar la salud de la piel.
Imaginemos a la barrera de la piel como una pared: compuesta por ladrillos y cemento; donde los ladrillos son las células ´muertas´ – a punto de desprenderse – y el cemento es una matriz lipídica (sustancias grasas) que mantienen a esos ladrillos unidos en su posición. Partiendo de esta base, afirma que toda esta estructura de células (ladrillos) y lípidos (cemento) perfectamente organizada e intacta logra una barrera íntegra, fuerte y flexible, condición necesaria para que la piel se vea hidratada y saludable y se sienta muy suave. Si la barrera está frágil, vulnerable, comprometida, el agua de las capas más profundas se evapora, desencadenando una pérdida transepidérmica de agua (TEWL), que provoca la piel deshidratada.
La deshidratación se ve afectada por factores externos: calefacción, clima frío/seco, tratamientos agresivos, estrés, descanso insuficiente y en tiempos de pandemia, con el lavado frecuente de manos y el uso de alcohol en gel.
Hay cremas, entre ella la de ordeñe, que son reconocidas por sus propiedades y beneficios para proteger y reforzar la barrera humectante natural de la piel. Para elegir la crema ideal es deseable que contenga cuatro ingredientes esenciales: alta dosis de Vitamina A, Vitamina E, Alantoína y Aloe Vera.
Existen productos en el mercado para mantener la barrera humectanate natural de la piel, con formulaciones libre de parabenos y no testadas en animales. Consulte con su farmacéutico para una buena recomendación.
*Asesoró Leticia Fabbri, farmacéutica, gerente de Calidad y Desarrollo de la línea Midermus.
