Examinar los pulmones de los fumadores con una tomografía axial computada (TAC), y no con rayos X puede reducir en un 20% la mortalidad por cáncer de pulmón, según un estudio realizado en EEUU.
Investigaciones previas habían verificado que las TAC helicoidales permiten una mejor detección de los pequeños tumores en la primera fase que los tradicionales rayos X. «Pero nunca se había demostrado de manera concluyente que este procedimiento afecta el resultado final, es decir, la mortalidad por cáncer de pulmón», explicó Harold Varmus, director del Instituto Nacional del Cáncer del país.
Si bien se necesitan más estudios complementarios para explicar la mayor eficacia de los tomógrafos, «nuestra hipótesis es que un gran número de casos de cáncer en las primeras etapas que habrían podido ser fatales, pudieron ser extirpados en los pacientes que fueron sometidos a escaner helicoidal», señaló Varmus. Este examen permite una reconstrucción 2D ó 3D del pecho de un paciente con la ayuda de un barrido de rayos X.
Los resultados del estudio National Lung Screening Trial son el fruto de una investigación sobre 50.000 fumadores y ex fumadores de 55 a 74 años en todo EEUU. En promedio, los pacientes consumían un paquete de cigarrillos al día desde hace 30 años, o habían dejado de ser usuarios 15 años antes del inicio del estudio, en 2002.
Los voluntarios fueron elegidos al azar para ser sometidos a un examen durante tres años, usando rayos X o tomografía. Luego de haberlos seguido clínicamente durante cinco años, los investigadores encontraron que los pacientes que se sometieron al TAC experimentaron un 20% menos de mortalidad por cáncer de pulmón en comparación con aquellos que fueron sometidos a rayos X. Pero aunque el descubrimiento puede «salvar muchas vidas», no impide que la persona contraer la enfermedad, declaró Varmus.
Este año murieron o morirán 157.000 personas en Estados Unidos por cáncer de pulmón, según profesionales de la salud.