Estudio vincula posición para dormir con riesgo de parto de bebé muerto

Según científicos, este peligro se duplica en mujeres que duermen sobre su costado izquierdo la última noche de embarazo. Pero reconocieron que necesitan investigar más para extender una recomendación de salud pública.

Aunque los científicos arriesgaron un vínculo entre la posición de descanso y el riesgo de mortalidad en el bebé, reconocieron que necesitan más estudios

Las mujeres que no duermen sobre su costado izquierdo la última noche del embarazo corren el doble de riesgo de nacimiento de bebé muerto, comparado con aquellas que sí descansan de esa forma, según señaló un estudio realizado en Nueva Zelanda.

Con todo, los expertos que efectuaron el estudio indicaron que las mujeres no deberían preocuparse porque ese riesgo es muy pequeño: la posibilidad de que el bebé nazca muerto crece a 3,93 de cada 1.000 niños entre las mamás que no duermen del lado izquierdo, frente a 1,96 de cada 1.000 entre las que sí lo hacen.


También se halló un vínculo importante entre dormir regularmente durante el día, o dormir más que el promedio por la noche, y el riesgo de nacimiento de bebé muerto en etapa avanzada del embarazo, se&ntintilde;alaron los investigadores en British Medical Journal (BMJ).

 

Tomasina Stacey, del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la University of Auckland, sugirió que la restricción del flujo sanguíneo al bebé cuando la madre se recuesta sobre su espalda o el lado derecho del cuerpo durante períodos largos explicaría la relación.


No obstante, la experta indicó que los resultados, que se basan en una cantidad relativamente pequeña de mujeres, deben ser confirmados por estudios más amplios y detallados antes de que pueda brindarse cualquier consejo de salud pública.

«Es una nueva hipótesis e implica que debería empezar a observarse este problema mucho más de cerca. Es realmente un punto de inicio para investigaciones futuras», dijo Stacey.

Si se confirmaran los resultados, eso ofrecería una forma natural, simple y económica de reducir la cantidad de partos de bebé muerto, añadió la autora. «Es algo que puede modificarse muy fácilmente. No se debe tomar ningún fármaco y no hay efecto colaterales», dijo.

Una serie de estudios dirigidos por expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicados este año reveló que más de 2,6 millones de embarazos anuales terminan en parto de feto muerto, muchos entre mujeres de países pobres. Esto implica que por día nacen muertos más de 7.200 bebés.


El equipo de Stacey entrevistó a 155 mujeres en Auckland que dieron a luz a un bebé muerto entre julio del 2006 y junio del 2009, cuando tenían por lo menos 28 semanas de gestación. Esas mujeres fueron comparadas con un grupo de control de 310 mujeres con embarazos con buenos resultados.

Los autores consultaron a las participantes sobre sus posiciones de sueño y sus conductas para dormirse y despertarse antes del embarazo y durante el último mes, la semana y la noche antes al día en que creían que había muerto el bebé.

Los resultados no mostraron relación entre los ronquidos o la falta de siestas diurnas y el riesgo de parto de bebé muerto en etapa avanzada de gestación.

Pero se encontró un vínculo significativo entre las siestas diurnas, o dormir más del promedio durante la noche y el riesgo de nacimiento de feto muerto.


Las mujeres que habían dormido boca arriba o sobre su costado derecho la última noche de embarazo eran también más proclives a sufrir el parto de bebé muerto, igual que las que se levantaron durante la noche para ir al baño una sola vez o ninguna, comparado con las que necesitaron orinar más veces.

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