Según reveló el Lic. Sergio Britos en la apertura del 18° Congreso Argentino de Nutrición, se producen en el país alimentos para 440 millones de personas. Sin embargo, con apenas un 10% de esa población, Argentina es víctima de del hambre y la desnutrición, lo que para los expertos es un “escándalo ético”.
Sin embargo en el mundo la carencia de nutrientes es un problema que también afecta a las sociedades más desarrolladas. Al tener en cuenta este concepto, el Lic. Juan José Llach, ex Ministro de Educación, pensó que Argentina no tenía que conformarse con erradicar el hambre, sino también aspirar a una alimentación equilibrada que no obstaculice el desarrollo pleno. Fue así que se convirtió en el impulsor de la histórica iniciativa “Nutrición 10. Hambre Cero”, presentada durante ese congreso en el Hotel Sheraton. La lucha agrupa a más de mil organizaciones de la sociedad civil del país en pos de llegar a este objetivo en cinco años.
Si bien gracias a los programas alimentarios, la desnutrición aguda pudo bajar, aún el 8% de los niños menores de 6 años y el 10% de los chicos en edad escolar sufre desnutrición crónica. En ese sentido, Llach sostuvo que “el objetivo de toda política social debería ser el de desaparecer”, ya que se debe terminar con las carencias. Como instrumentos para combatir el problema, propone “educar en nutrición desde las escuelas, universalizar la Asignación Universal por Hijo y ofrecer descuentos importantes para alimentos nutritivos como verduras y lácteos, ya que al bajar los precios se garantiza el acceso”.
Por su parte, Ricardo Hara, empresario agropecuario y presidente de Solidagro opinó que “para lograr una óptima nutrición por políticas efectivas debe existir una fuerte articulación entre el sector público y el privado” y que los diversos actores “deben poner el foco en la calidad y diversidad de la dieta y no en la cantidad, ya que la malnutrición y la obesidad son dos caras de la misma moneda”, además de ser dos fenómenos que se dan en simultáneo. La histórica iniciativa será exitosa “si se logra el objetivo del Hambre Cero en concordancia con el festejo del bicentenario de la independencia argentina”, agregó.
El Lic. Agustín Salvia, investigador del CONICET abocado a temas de desigualdad social, compartió durante la presentación un relevamiento del INDEC sobre casi 6.500 niños de áreas urbanas. Las cifras mostraron fuertes brechas de inseguridad alimentaria de acuerdo a la educación de la madre y el empleo del jefe de hogar, entre otros parámetros. En síntesis, la diferencia llega a un 0.5% de inseguridad alimentaria en quienes poseen una condición socioeconómica media y al 22,5% en los más pobres.
A su turno, el pediatra Esteban Carmuega, director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), reveló que en el país se mueren diariamente 28 niños y que las cifras de fallecimientos de chicos pobres duplican a las de otras clases, principalmente por causas asociadas al medioambiente adverso en el que habitan y a la falta de recursos básicos, como por ejemplo, el agua potable.
“Según cifras de la OMS, el 53% de los decesos infantiles se dan por consecuencia de la desnutrición”, indicó Carmuega. Pero agregó que “también se debe poner el foco en los niños que sobreviven, mediante el indicador de los años de vida saludables perdidos como consecuencia de un déficit de nutrientes”.
El titular del CESNI se mostró preocupado por los bebés con bajo peso al nacer, casi siempre relacionado con un mal cuidado de la mujer en edad gestacional. Según explicó, estos chicos tienen más riesgos futuros de tener “cinco centímetros menos de altura, cinco kilos menos de fuerza en las manos y cinco puntos menos de coeficiente intelectual”. Y si bien esta tendencia se puede revertir con una nutrición adecuada, principalmente durante los primeros mil días de vida del niño, “eso es difícil de lograr en contextos de pobreza”.
Otro de los problemas de los que habló el pediatra es el de desnutrición crónica y de los escasos niveles de lactancia materna: se mostró preocupado de que dos de cada tres madres no amamanten exclusivamente a sus niños durante los primeros meses de edad.
Por su parte, el pediatra Abel Albino, presidente de la Cooperadora para la Nutrición Infantil (CONIN), mostró impactantes imágenes de niños en el país que no tienen acceso a servicios básicos, como vivienda digna y agua potable. Gracias a la labor de la entidad que dirige “se pudo rescatar a 900 desnutridos graves, con mortalidad cero”. Pero indicó que para bajar realmente los índices de los decesos, que en Argentina recién ahora llegó a 12 por mil, mientras que en Chile es de siete por mil, “se debe terminar la guerra del hombre contra el hombre y empezar la batalla del hombre contra el hambre”.
Los últimos expositores fueron Alfredo Kasdorf, quien habló del Rol de las Organizaciones No Gubernamentales para articular las políticas públicas con los aportes del sector privado y Juan Carr, médico veterinario pero también el impulsor de Red Solidaria, quien declaró haber ingresado a la UBA en sus tiempos de estudiante “con el objetivo de producir alimentos para terminar con el hambre”.
Optimista, Carr aseguró que “este es el momento del país en que el hambre está más cerca de ser derrotada”. “Por fortuna, esta causa es hoy prestigiosa y muchas empresas se preocupan por ella”, indicó para luego revelar que en el país “una de cada 23 personas no tienen la comida garantizada, mientras que en el mundo la cifra es una de cada siete”.
Por último, aseguró que “con cuatro días de cosechas de maíz y arroz, además de algunos huevos, hay comida suficiente para los hambrientos de Argentina, que rondan los dos millones”. Ahora, no todos ellos son tan fáciles de localizar. Y si bien distintos actores locales “están trabajando muy bien”, esta iniciativa permitirá “lograr un acuerdo entre todos ellos”.
Asignaturas pendientes
-Unos 700 mil niños sufren desnutrición crónica, un desequilibrio que hace que los niños con sobrepeso puedan tener déficit de nutrientes.
-Unos 55 mil niños sufre desnutrición aguda, que ocurre cuando hay déficit de peso en relación con la altura y puede tener causas irreversibles. Los más vulnerables a este fenómeno son los menores de 6 años.
-Tres millones de niños sufren sobrepeso u obesidad.
-Entre 70 mil y 250 mil niños nacen con bajo peso y entre 100 mil y 250 mil sufre desnutrición gestacional.
-El 30% de los menores de dos años sufre de anemia por falta de hierro, una enfermedad nutricional ligada a la capacidad intelectual.