Luego de una operación de un cáncer de tiroides un paciente debe atravesar distintas etapas en su recuperación. En una entrevista con DocSalud.com, el Dr. Mario Bruno, Jefe Honorario del Servicio de Oncología del Hospital Álvarez, detalló este proceso.
Periodista: ¿Cómo es el postoperatorio habitual de una cirugía de cáncer de tiroides?
Dr. Mario Bruno: En las primeras horas posteriores a la cirugía, el paciente está bajo el efecto de la anestesia, seguramente con un cuidado especial las primeras 24 horas para controlar su evolución. Entre las primeras 24 y 48 horas va a poder empezar a alimentarse por boca y levantarse. Entre el segundo y el tercer día, el paciente se retiraría del centro de salud a su casa para seguir el control en forma ambulatoria. Durante el período de recuperación posterior, como en cualquier cirugía, necesita estar en reposo absoluto y luego de los 20 días puede retomar sus actividades normales.
P.: ¿Cuáles son los cuidados de la voz en las siguientes etapas?
M.B.: La voz no tendría que verse afectada. Hay un nervio (el nervio recurrente) que recorre el cuello y da la movilización de una de las cuerdas vocales, la del lado derecho, justamente. Sólo en caso de que ese nervio fuera afectado podría tener algún problema la movilidad de esa cuerda vocal con alguna disfunción. Aunque esto está dentro de las complicaciones que pueden surgir, es muy poco probable.
P.: ¿En qué caso es necesario el tratamiento posterior con yodo radiactivo?
M.B.: En el caso de un tumor localizado en un solo lóbulo, sin ganglios comprometidos ni metástasis en concomitancia y cuando el diagnóstico es temprano, la solución sencilla es exclusivamente con cirugía. El yodo radiactivo se utilizaría sólo en caso de hallar ramificaciones o que quedara alguna célula cancerígena. Es un yodo cargado de radiaciones que se inyecta o se administra por vía oral, actúa sobre las células pero no afecta al resto del organismo, y el paciente que lo recibe tienen que permanecer aislado 48 horas, porque emite radiaciones y podría afectar a la gente que esté al lado. Es una sola dosis que termina con un solo tratamiento.
P.: ¿Cuáles son los controles a los que debe someterse un paciente en los meses posteriores y en el largo plazo?
M.B.: Se deben realizar chequeos del resto de la tiroides con ecografías, controles de sangre del dosaje de la hormona tiroidea y un centellograma para evaluar que no haya quedado ningún tipo de tejido canceroso en el resto del organismo. Luego, el paciente requiere un control médico cada tres meses y durante los dos años posteriores necesitará este tipo de estudios cada seis meses.