El nacimiento prematuro es la mayor causa de mortalidad infantil en el país

Por Celina Abud.- Los datos fueron difundidos en la presentación de una campaña de UNICEF en conmemoración de la “Semana del Prematuro”, en la que participarán 70 maternidades. Apuntan a informar los derechos de los niños que nacen antes de tiempo, alentar su seguimiento y cuidado después del alta y promover maternidades seguras, donde ambos padres puedan visitar a sus hijos.

Según define la Organización Mundial de la Salud (OMS), un bebé prematuro es aquel que nace antes de las 37 semanas de edad gestacional, es decir, que no completa las 40 que duran los embarazos que llegan a término.

 

“El mayor problema de la prematurez se concentra en los bebés con muy bajo peso al nacer”, explicó el Dr. Bernardo Chomsky, referente de la Alianza Argentina para la Salud de la Madre, Recién Nacido y Niño (ASUMEN), para luego agregar que de los 746.460 nacimientos por año que se registran en Argentina, unos 56 mil (equivalente al 8%) son prematuros. De ese total, aproximadamente 51 mil pesa menos de 2.500 gramos y 8.400, menos de 1.500 gramos.

 

El problema cobra relevancia ya que a menor es el peso al nacer, mayor es la probabilidad de que un bebé fallezca. Según estadísticas del Ministerio de salud, la prematurez representa la primera causa de mortalidad en bebés y durante 2008, los fallecimientos por causas perinatales fueron más del doble de los decesos por anomalías congénitas (4724 y 2285, respectivamente).

 

En ese año, Argentina tuvo una mortalidad infantil de 12,5 cada mil nacidos vivos. De los 9.341 niños fallecidos menores de un año, el 66% falleció antes de cumplir mes de vida. De ese total, quienes nacieron con menos de 2.500 gramos (prematuros en su mayoría) constituyeron el 7% de los decesos. Pero el 33% del total de los fallecimientos de bebés en el país están constituidos por bebés que pesaron menos de 1.500 gramos.

 

Las cifras de los alumbramientos antes de término se mantienen estables a nivel mundial, pero se ganó en sobrevida. Si se comparan los períodos 2006-2008, los fallecimientos por pesos superiores a 1.500 gramos se redujeron en un 37%, pero los de los que no llegan a alcanzarlo la disminución es de apenas un 23%, cifra con la que, según Chomsky, no están conformes. Por ese motivo, desde UNICEF se propone conmemorar la “Semana del prematuro” con una campaña que involucra a 70 maternidades del país de 45 ciudades y 17 provincias argentinas. Pero también se organizarán eventos musicales, nacidos prematuros compartirán experiencias, se difundirán spots televisivos y también habrá alta participación en las redes sociales.

 

Según declaró Zulma Ortíz, especialista en Salud de UNICEF Argentina, se busca “informar a la población sobre los derechos de los niños que nacen antes de tiempo”, pero también instalar el tema de la reorganización del recurso humano a nivel país, ya que si bien la Argentina cuenta con 300 unidades neonatales en el sector público y cerca de 900 en el ámbito privado, “el sistema encuentra falla en la distribución de los recursos humanos”.

 

Por otra parte, enfatizó en la idea de “maternidades seguras y centradas en la familia”, con ingreso irrestricto de ambos padres, en primer lugar porque el contacto piel con piel disminuye la posibilidad de secuelas en un prematuro, y en segundo porque, al estar la madre presente, se puede alimentar vía sonda al bebé con leche materna, el único alimento con todos los nutrientes que el niño necesita.

 

“A veces faltan enfermeras en las unidades de cuidados intensivos. Y aunque por cuestiones culturales se considere que el ingreso irrestricto de los padres es peligroso por las infecciones intrahospitalarias, en realidad no lo es, ya que es el personal de salud el que más está en contacto con personas internadas”, agregó Ortiz.  En relación al tema Chomsky agregó que “la madre es el mejor monitor que existe, siempre sabe lo que le pasa al niño, y su alarma nunca se apaga”.

 

Posibles consecuencias

 

La Dra. Gabriela Bauer, pediatra del Hospital Garrahan y coordinadora de la campaña explicó en diálogo con DocSalud.com que los bebés prematuros “deben ser fuertemente acompañados durante sus primeros años para evitar secuelas”.

 

“En el primer año muchos van a padecer algún grado de desnutrición, entonces se va a requerir un plan de alimentación especialmente diseñado para su recuperación”, relató la especialista para luego agregar que otros de los principales problemas durante esa etapa son las infecciones respiratorias, “ya que los pulmones son más pequeños y eso hace que por una infección viral, rápidamente puedan entrar en alguna insuficiencia”.

 

Durante el segundo y tercer año  de vida lo  se debe evaluar, en palabras de Bauer, si existen secuelas mayores, más frecuentes en los niños de peso más bajo. “Los de menos de 1500 g tienen un 10 a 15% de posibilidad de tenerlas y ellas son la parálisis motora o cerebral, el retraso del desarrollo, la ceguera o disminución visual y la pérdida auditiva o sordera”.

 

Después de los tres años, se debe revisar si existen secuelas menores, pero de mayor prevalencia, que son las dificultades de aprendizaje. “En el caso de los prematuros son dificultades muy específicas que hay que apuntalar y hoy existen programas de seguimiento para superarlas”, indicó.  “Pero con los cuidados disponibles, hoy las posibilidades de superar estos problemas son amplias”, concluyó.

 

Otra tendencia ligada a la pobreza

 

Según indicó Andres Franco, representante de UNICEF, “los nacimientos prematuros se dan principalmente en las familias más pobres” y es grande la brecha entre las provincias argentinas, siendo Formosa, Chaco y Santiago del Estero las más afectadas. La poca información  que tienen las familias con respecto a sus derechos en situaciones de partos antes de término lleva a que la tendencia crezca.

 

Por ese motivo buscan “instalar en la agenda pública el tema de la prematurez”, sensibilizar a la sociedad y visualizar los esfuerzos de los servicios de salud.

 

Las causas de los partos prematuros están fuertemente ligadas a factores socio-económicos (cuando las madres no se alimentan bien), psicológicos (violencia familiar, embarazos no deseados) y biológicos (si la mujer tuvo otro bebé prematuro o enfermedades previas como diabetes, hipertensión, cardiopatías, adicción al tabaco o a drogas, obesidad, desnutrición o enfermedades de transmisión sexual.

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