Un tratamiento desarrollado por investigadores de la brasileña Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) y testado en Argentina, Brasil, EEUU y Sudáfrica consiguió reducir la transmisión del VIH de madres infectadas a sus hijos, informaron fuentes oficiales.
El método, que consiste en una nueva combinación de fármacos, fue desarrollado por científicos de la Fiocruz, un centro de estudios médicos vinculado al Ministerio de Salud de Brasil, y de la Universidad de California, según un comunicado divulgado por la Fundación.
El estudio se prolongó por ocho años e involucró a pacientes de 17 hospitales en los cuatro países, en su mayoría brasileños (exactamente un 70%). Los experimentos mostraron que la administración de dos o tres medicinas reduce significativamente el riesgo de que madres portadoras del virus contagien los recién nacidos.
El tratamiento actualmente recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evitar la llamada transmisión vertical, de madre a hijo, es el suministro del antirretroviral AZT en las 48 primeras horas de vida del bebé, que consigue reducir el riesgo de contaminación del recién nacido a un 5%.
El método brasileño consiste en el suministro de una combinación del AZT con la nevirapina, otro antirretroviral, y en una mezcla del AZT con nelfinavir y lamiduvina.
La combinación de dos fármacos consiguió reducir el riesgo al 2,2% y la combinación de tres medicinas al 2,4%. El tratamiento con tres medicinas, sin embargo, fue el que provocó mayores efectos colaterales por su toxicidad.
El método fue probado en los hijos recién nacidos de mujeres que no sabían que eran portadoras del virus transmisor del sida, diagnóstico que sólo conocieron poco antes del parto, y que, por esa razón, no fueron tratadas con AZT durante el embarazo.
«Para los niños cuyas madres son diagnosticadas muy tarde, la combinación de medicinas permite compensar la falta de tratamiento en la madre», explicó la especialista en infectóloga, Valdilea Veolsa, investigadora de la Fiocruz y una de las coordinadoras del proyecto.
Según los investigadores, el riesgo de transmisión vertical entre las mujeres que son tratadas durante el embarazo es de sólo un 1%. En caso de que las madres no sean medicadas, el peligro de que el bebe contraiga la enfermedad es del 25%, cifra que salta al 40% cuando el recién nacido es amamantado.
El estudio fue realizado en 1.684 chicos divididos en tres grupos: uno fue tratado con AZT, otro con la combinación de dos medicinas y un último con la combinación de tres fármacos.
Los fármacos fueron suministrados en las primeras 48 horas de vida de los niños y el tratamiento se prolongó por seis semanas.
De los 1.684 bebés, 97 fueron infectados durante el embarazo y 43 en el parto. Tras tres meses de vida, el 4,8% de los pequeños tratados con AZT contrajo el virus, porcentaje que cayó al 2,2% entre los tratados con la primera combinación y al 2,4% entre los tratados con la segunda combinación.
Los resultados del estudio fueron destacados en un artículo publicado en la última edición de la revista científica internacional The New England Journal of Medicine.
El Ministerio de Salud ya recomendó la adopción de la combinación de dos medicinas en los hospitales públicos de Brasil.