Prevención cardiovascular: mujeres y niños primero

A pesar de que se crea lo contrario, ellas corren el mismo riesgo que los hombres de sufrir un infarto o un ACV y de morir prematuramente. Los menores también son vulnerables, incluso antes de nacer. El peligro puede aumentar si no se mantienen hábitos saludables.

A pesar de que se creyó durante mucho tiempo que las enfermedades cardiovasculares (EVC) afectaban solamente a los hombres mayores, hoy se sabe que este postulado es un mito. Lo cierto es que comprometen a personas de ambos sexos, de todas las edades y, en el caso de las mujeres, una de cada tres pierde la vida por esta causa, lo que equivale a una muerte por minuto. Los niños también son vulnerables. Incluso el riesgo de padecer una miocardiopatía puede comenzar antes del nacimiento, durante el desarrollo fetal, y aumentar aún más durante la infancia con la exposición a dietas no saludables, falta de ejercicio y el tabaquismo.

Las ECV constituyen la primera causa de muerte en el mundo. Más de 17 millones de personas fallecen por año a causa de infartos o accidentes cerebrovasculares. En proporción, este trastorno mata cuatro veces más personas que la malaria, el VIH/Sida y la tuberculosis juntas

Los menores pueden sufrir una doble carga. Es posible que tengan que enfrentar las consecuencias emocionales de ver a un ser querido que sufre, pero también corren el riesgo de las consecuencias físicas de la enfermedad cardíaca o el ACV. La sociedad moderna puede exponerlo a factores de riesgo como las dietas con muy pocas calorías, las dietas altas en grasas «malas» y el azúcar, actividades tales como los videojuegos que desalientan la actividad física, y en algunos países, la publicidad del tabaco que fomenta el consumo de cigarrillos y los ambientes cerrados con humo de segunda mano.

El origen de los problemas vasculares es la aterosclerosis, es decir el depósito de placas de grasa en la pared de las arterias, que progresa y se agranda lentamente a lo largo de los años. De comienzo silente, cuando aparecen los primeros síntomas la obstrucción del vaso sanguíneo ya está muy avanzada. Los factores de riesgo que predisponen a esta enfermedad la hipertensión  arterial, los niveles de colesterol sanguíneo elevados, una mayor proporción de LDL o colesterol malo en relación al HDL o colesterol bueno y la diabetes.

Muchos de estos predisponentes se pueden modificar y, de esta manera, prevenir las muertes prematuras. Los cambios más importantes son dejar de fumar, consumir alimentos saludables y hacer actividad física.

Se comprobó que el tabaco aumenta entre 2 y 4 veces la probabilidad de tener un infarto o un ACV, además de ser la primera causa de enfermedad vascular periférica, que produce claudicación de las piernas por falta de irrigación. Abandonar el hábito de fumar reduce significativamente estos riesgos, por los que las personas que no pueden dejarlo por su cuenta deben realizar tratamientos de sustitución de nicotina o con otras drogas.

Alimentación saludable

Cambiar la dieta no significa dejar de ingerir las cosas que más nos gustan. Lo  recomendable es disminuir las comidas que contienen grasas saturadas (carnes rojas, chocolate, leche entera y derivados) y aumentar el consumo de aquellas ricas en grasas poliinsaturadas o monoinsaturadas (aceites vegetales, pescados, verduras de hoja verde, frutos secos). La alimentación también influye en la tensión arterial, sobre todo por el contenido de sal. Se recomienda disminuir la cantidad total de sodio a menos de 5 gramos diarios y aumentar el consumo de frutas y verduras (más de 400 gramos por día) y también de cereales integrales y legumbres.

Actividad Física

Otro pilar de la prevención es hacer ejercicio, ya que ayuda a regular la presión, mejora los niveles de colesterol bueno (HDL), y mantiene índices normales de glucosa en sangre. Se sugiere realizar ejercicios de intensidad moderada al menos 30 minutos por día, tres veces por semana. También ayuda cambiar algunos hábitos como subir por las escaleras en lugar de tomar el ascensor, ir al trabajo en bicicleta o bajarse antes del transporte público y caminar las últimas cuadras. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos un 60% de la población mundial es sedentaria.

Actualmente, la obesidad es considerada como una epidemia mundial, porque afecta a más de 300 millones de adultos y 155 millones de niños sufren este problema o sobrepeso. Los pequeños con kilos extra tienen entre tres y cinco veces más probabilidades de sufrir un infarto o un ACV antes de cumplir los 65 años.

La salud del corazón se ve amenazada no solo por la cantidad total de grasa corporal, sino también según su distribución en el cuerpo. Así, la que está acumulada en el abdomen se asocia con un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Por ello, la cintura de los hombres no debe medir más de 94 centímetros y la de las mujeres, 80 centímetros.

Consejos saludables

La Federación Mundial del Corazón y la Fundación Cardiológica Argentina, desarrollaron un decálogo de recomendaciones para ayudar a  la comunidad a mejorar su salud cardiovascular:

Incluya en la dieta al menos cinco porciones diarias de vegetales y frutas.

• Trate de cambiar el hábito de consumir gaseosas por el de tomar agua, leche fresca descremada o jugos de frutas no azucarados.

• Incluya en la vianda escolar de sus hijos frutas o vegetales. Intente convencer a los amigos de su hijo y a sus padres para que hagan lo mismo.

• Apoye a la maestra de sus hijos para que incluya en la agenda de clases la alimentación saludable.

• Asegúrese de no consumir exceso de sodio (sal), sobre todo en comidas procesadas.

• Planifique más actividades familiares al aire libre. Agregue 30 minutos de ejercicio todos los días para construir un esquema regular diario. Use las escaleras más frecuentemente que los ascensores y si es posible, para recorridos cortos vaya en bicicleta o caminando.

• Logre que su casa sea un ambiente libre de humo de tabaco y asegúrese de que sus chicos no fumen ni respiren humo de tabaco en otros lugares.

• Limite el tiempo en el que se encuentra físicamente inactivo. Mantenga el televisor o la computadora apagados el mayor tiempo posible e intente que sus niños utilicen su tiempo libre con actividad física plena.

• Como miembro de la familia comience usted dando el ejemplo: alimentación sana, actividad física regular y no fumar.

• Si usted piensa que alguien de su familia tiene riesgo de contraer una enfermedad cardíaca, consulte con su médico. 

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