«A menudo decimos ‘el tiempo es cerebro’ para referirnos a que cuanto antes podamos restaurar el flujo de sangre al cerebro, mejores serán los resultados para el paciente», dice el Dr. James Meschia, neurólogo de Mayo Clinic en Florida.
A pesar de los avances de los últimos 15 años para tratar y prevenir los accidentes cerebrovasculares, las estadísticas mundiales muestran que 1 de cada 4 adultos mayores de 25 años sufrirá un accidente cerebrovascular en su vida. Más de 12 millones de personas en todo el mundo sufrirán su primer accidente cerebrovascular este año y, como resultado, 6,5 millones morirán, según la Organización Mundial del ACV . En los EE. UU., los accidentes cerebrovasculares son la quinta causa de muerte y una de las principales causas de discapacidad, según la Asociación Estadounidense del Accidente Cerebrovascular.
Cuáles son los tipos de accidentes cerebrovasculares
Los accidentes cerebrovasculares tienen dos causas principales. El accidente cerebrovascular isquémico es el más común y ocurre cuando se bloquea un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro. Alrededor del 87 por ciento de los accidentes cerebrovasculares son isquémicos. El otro 13 por ciento de los accidentes cerebrovasculares se produce por un derrame de sangre en el cerebro o por la rotura de una arteria que va al cerebro. Estos son accidentes cerebrovasculares hemorrágicos.
«Un accidente cerebrovascular es un ataque cerebral», explica la Dra. Kelly Flemming, neuróloga de Mayo Clinic en Rochester. «Animamos a todos a reconocer los signos de un accidente cerebrovascular y a pedir ayuda de emergencia de inmediato».
A qué signos prestarles atención
Los signos de que una persona podría estar teniendo un accidente cerebrovascular incluyen problemas con el equilibrio o la coordinación, visión borrosa o doble, parálisis facial de un lado, incapacidad para levantar ambos brazos sin que uno o ambos se caigan y habla arrastrada o dificultad para hablar. Ante uno o más de estos síntomas, los expertos sugieren que llame al 911 o a su línea telefónica de emergencia de inmediato.
«Es fundamental que las personas presten atención a la hora en que se manifiestan los signos de advertencia en una persona que podría sufrir un accidente cerebrovascular», dice el Dr. Meschia. «El tiempo es uno de los factores principales en los accidentes cerebrovasculares isquémicos y determina si los tratamientos útiles, como los medicamentos para disolver coágulos, se pueden administrar de manera segura y eficaz. Si el medicamento se administra demasiado tarde, la situación puede empeorar. Si se administra a tiempo, el estado de la persona puede mejorar eventualmente y el déficit producido por el accidente cerebrovascular se puede reducir «.
Qué puede producir un accidente cerebrovascular
Según un estudio publicado a principios de este año en Stroke, una revista de la Asociación Americana del Corazón, entre un grupo de personas hospitalizadas por diversas razones, aquellas que experimentan una enfermedad similar a la gripe dentro del mes de su hospitalización tienen un 38 por ciento más de probabilidad de tener un accidente cerebrovascular, en comparación con las que no tienen una enfermedad similar. Recibir una vacuna contra la gripe dentro del año anterior a la hospitalización redujo el riesgo de accidente cerebrovascular de una persona en un 11 por ciento.
Las personas mayores de 50 años que fueron hospitalizadas y las que estaban en asilos de ancianos y convalecientes que tenían un alto riesgo de contraer influenza tuvieron tasas más bajas de muerte, ataque cardíaco, accidente isquémico transitorio y paro cardíaco si se habían vacunado contra la gripe, según un estudio presentado en la reunión de Ciencias Cardiovasculares Básicas de 2020 de la Asociación Americana del Corazón.
«La vacunación contra la gripe reduce el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular», dice el Dr. Gyanendra Kumar , neurólogo de Mayo Clinic en Arizona . «Al reducir el riesgo de contraer gripe, se reduce la posibilidad de que una persona mayor quede inmovilizada y deshidratada. Los factores que traen aparejado sufrir una infección como la gripe se consideran factores de riesgo para la formación de coágulos con accidentes cerebrovasculares. Las enfermedades similares a la gripe también aumentan el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos debido a la liberación de sustancias químicas inflamatorias, como las citocinas, que dañan el revestimiento interno de los vasos sanguíneos e incluso el corazón. Esto a su vez conduce a una cascada de eventos que conducen a la formación de coágulos”.