Una numerosa colectividad de personas trasplantadas, médicos, autoridades sanitarias y familiares celebraron el vigésimo aniversario del primer trasplante hepático pediátrico del país, realizado en un hospital público, el Juan Garrahan.
Con una tasa de sobrevida del 90%, 591 trasplantes, 170 de ellos de donante vivo, el Hospital de Pediatría «Prof. Dr. Juan P. Garrahan» se convirtió desde 1992 a la fecha en un referente de salud de alta complejidad a nivel internacional.
«Haber alcanzado este número de trasplantes para todos los chicos del país que lo necesitaron es un ejemplo de equidad en el acceso a la atención gratuita», dijo a Télam Josefa Rodríguez, directora del hospital, donde se concretó hace 20 años la primera cirugía.
En un concurrido encuentro en Parque Norte, el primer trasplantado, Guillermo Brandan, el cirujano que lo intervino, Oscar Inventarza, y el ministro de Salud, Juan Manzur, oficiaron de anfitriones de las delegaciones de todo el país que competirán en los Juegos para Deportistas Tasplantados.
“Es un placer poder compartir con nuestros pacientes y todos los profesionales que trabajaron con nosotros, este acto de amor que lleva ya 20 años y tiene la respuesta para quienes antes no tenían posibilidad, y ahora puedan venir al Garrahan y tengan solución a su patología”, dijo Inventarza a Télam.
Brandan, quien tenía once años al ser trasplantado, dijo a Télam estar “feliz de reencontrarme con gente que conozco hace mucho tiempo, agradecido a la vida, a los médicos, los medios de comunicación, al Estado y a todas las personas involucradas”.
El joven contó que su problema de salud se le declaró “a los siete años, y hasta que llegué a los 11 fueron años de enfermedades continuas para las que se sabía que no había cura, sobrellevándolas con el conocimiento que puede tener un chico”.
“Cuando estás enfermo, antes del trasplante, vivís con la amenaza continua de la muerte, y después del trasplante eso se va, y tenés que ponerte a punto físicamente”, confesó.
El cirujano, jefe del servicio de Trasplante Hepático del Garrahan, afirmó que “estos pacientes llegan al trasplante como único y último recurso que tienen, y sus familiares depositan en nuestras manos las vidas de sus hijos, que por ahí llegan con cuatro kilos y enfermo desde que nació”.
“Vienen como última chance y no saben qué hacer, por eso ven que pasan 20 años y sus hijos siguen disfrutando la vida con ellos, y como el seguimiento continúa, porque deben tomar medicación de por vida, se constituye esta comunidad”, reivindicó.
Según Inventarza, “uno tiene que ver la transparencia que hay en nuestro país, con un ejemplo de ley, así que hay que perder los miedos, entendiendo que es más posible que nosotros debamos recibir un órgano, que ser potencial donante”.
Brandan coincidió con Inventarza en que el principal obstáculo para que el conjunto de la sociedad se decida a ser donante “son las dudas que todavía hay”.
“Donar órganos es donar vida, es así de sencillo, y no hay que tener dudas acerca de que atrás de esto hay un negocio, que hay tráfico…, con una fantasía muy macabra a la que yo respondo con todo lo que viví y la transparencia del Incucai, que hace que en esto no haya nada oculto”, enfatizó.
De la fiesta participó también Carlos Soratti, titular del Instituto Nacional Central Único de Ablación e Implante (Incucai), y Rodolfo Wexler, de la Asociación de Deportistas Trasplantados.
Wexler anunció la realización en Mar del Plata de los Novenos Juegos para deportistas trasplantados, a los que definió como el acontecimiento más importante del mundo para la donación de órganos, “de los que Argentina es precursora tanto por los trasplantes como por el deporte para mejorar la calidad de vida”.
En su historia, el Hospital Juan Garrahan realizó unos 600 trasplantes hepáticos a niños de todo el país, y fue el primer centro público argentino en practicar ese tipo de cirugía hace 20 años.
El trasplante de hígado es el único y último recurso que tienen los pacientes con una enfermedad hepática terminal para poder resolver su patología, y se realiza con donante vivo o cadavérico.
El Ministerio de Salud indicó que el trasplante hepático pediátrico constituye entre el 20 y el 25%, siendo la atresia de vías biliares (33%), la falla hepática fulminante (31%) y las enfermedades autoinmunes (11%) las principales causas por las cuales los pacientes que necesitan esa intervención, ingresan a la lista de espera para trasplante hepático pediátrico.
A partir de la incorporación al Calendario Nacional de Vacunación de la vacuna contra la Hepatitis A en 2005, con carácter gratuito y obligatorio para niños de un año, disminuyó bruscamente los ingresos a lista de espera por falla hepática fulminante.