Panamá iniciará este mes el estudio de mosquitos británicos modificados genéticamente para la erradicación del Aedes aegypti, vector del dengue, mediante una cruza de machos importados con hembras locales para obtener genes que causan la muerte inmediata de las crías.
El director del estatal Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges), Néstor Sosa, informó la decisión, que ya fue refrendada por la Comisión Nacional de Bioseguridad panameña, reportó la agencia de noticias DPA.
El uso de organismos genéticamente modificados contra especies difusoras de virus es promovido por el Icges y la empresa británica Oxitec para la reducción de la presencia del mosquito, que en 2011 provocó un repunte de casos de dengue en Panamá.
En ensayos controlados, los especialistas locales observarán cómo el mosquito macho panameño compite con el zancudo transgénico por las hembras y la posible reducción de las poblaciones autóctonas del vector en zonas cercanas a la metrópoli.
Sosa afirmó que con una menor cantidad mosquitos en el ambiente se reduce el riesgo de transmisión de dengue. Estudios similares, aclaró, fueron hechos en la isla Gran Caimán, Brasil y Malasia, donde declinó la cantidad de Aedes aegypti. Asimismo, biólogos asociados al proyecto prevén aplicar el ensayo en EEUU.
En 2005, Panamá gastó 16,9 millones de dólares para enfrentar la enfermedad viral, también conocida como «fiebre quebrantahuesos» por el malestar general y el dolor que causa en las articulaciones.
De 1988 a 1993 se presentó en este país el primer brote con transmisión autóctona de dengue, debido a la proliferación del Aedes aegypti, con hábitos esencialmente urbanos, y la acumulación de agua en recipientes abandonados que sirven de criaderos.
Informes estadísticos del Ministerio de Salud indican que en 2011 hubo 2.497 casos de dengue clásico y 32 de dengue complicado que causaron la muerte a 17 pacientes. En 2010, fueron confirmados 1.999 casos de dengue clásico, tres graves y ninguna defunción.
