Los países miembros de la Organización Mundial de Salud (OMS) aprobaron hoy el presupuesto bienal de esta entidad, que se eleva a 3.977 millones de dólares, y su plan de reforma, en el que venía trabajando desde hace algunos años.
La decisión fue adoptada en la asamblea anual del organismo, que se celebra esta semana en Ginebra y reúne a funcionarios y altos representantes de los ministerios de Sanidad de sus 192 países miembros.
La mayor novedad del plan es haber conseguido que los países aceptasen que no podrán decidir sobre el destino de sus contribuciones voluntarias, que representan el 77% del presupuesto total.
La OMS será ahora la que decida la manera más eficiente de gastar esos recursos y a qué programas los dedica, con lo que tendrá un mayor margen para atender emergencias sanitarias y una flexibilidad en el manejo presupuestario de la que carecía hasta ahora.
Del presupuesto 2014-2015 que acaba de aprobarse, el 23% se financia con los pagos anuales que realizan los países miembros y el resto tiene carácter voluntario y proviene principalmente de dos fuentes: Estados y fundaciones con fines filantrópicos.
La OMS es la mayor autoridad global en materia sanitaria y tiene la responsabilidad de dictar las normas y estándar internacionales en esta área, al tiempo que brinda apoyo técnico a los países que lo necesitan.
Con 7.000 empleados repartidos en 154 países, la organización se encarga también de vigilar y evaluar las tendencias mundiales relacionadas con la salud. }
Este seguimiento le ha permitido alertar sobre el aumento de las enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares, la diabetes y el cáncer, todas ellas asociadas a determinados estilos de vida insanos.
A pesar de ello, las actividades relacionadas a luchar contra esas dolencias ocupan un segundo lugar en las categorías financiadas por el presupuesto de la OMS, tras las enfermedades contagiosas, que afectan de modo más dramático a los países en desarrollo y menos avanzados.
Como parte de la reforma lanzada, la OMS ha establecido igualmente áreas de trabajo prioritarias con el objetivo de avanzar hacia la universalización de la cobertura médica, mejorar el acceso a productos médicos de calidad, y atajar el avance de las patologías mentales, entre otras.