Son muchos los problemas de salud que aquejan a los más pequeños. Entre ellos están los accidentes, que además de ser la principal causa de muerte entre las personas de entre 1 y 34 años, son aún más frecuentes en los menores de 5 años, por el afán de explorar su medio. También se estima que un 10% de los recién nacidos necesitará una maniobra básica de Resucitación Cardiopulmonar (RCP) porque a pesar de tener un corazón sano, pueden entrar en paro tras problemas respiratorios. Por último, los más chicos son susceptibles a infecciones que con una buena lactancia materna podrían mermar.
Para capacitar sobre prevención de lesiones, maniobras de RCP y la importancia de amamantar, el Móvil de Atención Materno Infantil (M.A.M.I) visitará por segundo año consecutivo distintos puntos del país. Su itinerario arrancará el 29 de julio en la ciudad de Río Cuarto, Córdoba; seguirá por San Juan y Paraná, Entre Ríos, para luego recorrer distintas localidades bonaerenses, entre ellas Azul, Junín y Mercedes.
El año pasado el camión aportado y equipado por Phillips, en el que viajan profesionales de FUNDASAMIN (Fundación para la Salud Materno Infantil) llegó a las localidades de Adrogué, José C. Paz, Vicente López, General Rodríguez, Lanús y Escobar, además de pasar por las ciudades de Córdoba y Mendoza. Esta iniciativa también cuenta con el apoyo de OSDE.
Luego de comprobar que los cursos “tenían mucha más alta participación cuando se dictaban en zonas más alejadas de la Capital Federal”, se decidió “que los viajes se realizaran en distintas zonas sanitarias de la provincia”, detalló la doctora Adriana Gorenstein, médica neonatóloga de FUNDASAMIN. Así, en palabra de la profesional “se igualan las posibilidades de acceso a los cursos”.
A su vez, se adosó “una charla comunitaria sobre prevención de lesiones, o accidentes, ya que la comunidad expresaba una gran inquietud respecto a este tema”, concluyó Gorestein durante la presentación de M.A.M.I. A su turno, el médico neonatólogo Ramón Larcade especificó que los accidentes, “son más frecuentes entre la población menor de 5 años, por lo que la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) incluye en su página web un apartado sobre prevención de lesiones”.
Durante el acto, la licenciada María Ferreira Dos Santos, del equipo de FUNDASAMIN, dictó un curso de RCP para padres, con el fin de la comunidad sepa como actuar durante una emergencia. “Muchas veces los adultos temen realizar este procedimiento por miedo a lastimar al pequeño, pero más daño le produce no recibir oxígeno en el cuerpo, ya que la mayor parte de los paros a esta edad se dan no porque funcione mal el corazón sino por asfixia o hipoxia”, especificó. Al respecto, Larcade informó que estas maniobras, realizadas a tiempo, tienen “un 80% de eficacia”.
Nociones básicas de RCP en lactantes
Es importante realizar un curso con especialistas para saber cómo reaccionar ante una emergencia. Se debe aprovechar sitios aptos como consorcios o lugares de trabajo. La reanimación básica es el primer paso, pero nunca se debe saltear la atención médica posterior para verificar los motivos por el cual el pequeño entró en paro. Aquí un resumen de los pasos básicos, aunque ninguno de estos detalles reemplaza a las clases, dictadas por profesionales habilitados.
• En primer lugar se debe chequear el nivel de conciencia del bebé. Si bien a un niño se le puede hablar y hasta sacudirlo, al bebé se le debe tocar la espalda y hacer círculos con fuerzas.
• Si el pequeño no responde, se debe pedir ayuda con un grito de alerta con un mensaje corto y preciso, por ejemplo, “tengo un bebé en paro”. Si se está acompañado, debe ser otra persona y no le resucitador el que llame por teléfono. Si no, se debe gritar y realizar el llamado luego de intentar las maniobras detalladas abajo por dos minutos. Los números de la obra social deben estar visibles en la heladera o si no se debe llamar al 107.
• Se debe apoyar al bebé en una superficie plana y firme para realizar las maniobras. Se dice que existe un ABC a la hora de efectuarlas. El punto A corresponde a verificar la apertura de las vías aéreas y comprobar si respira. Para lograrlo, el cuello del pequeño debe estar estirado y para tal fin se debe sostener su cabeza, sin soltarla. El paso B es el de la ventilación boca a boca. Si se puede, se debe cubrir con la boca los labios y la nariz del bebé. Si no, se le deben tapar los orificios nasales. Para verificar que el tórax del bebé se infle, se le debe sacar la ropa. El C refiere a mantener la circulación y se logra justamente con el masaje cardíaco. Las compresiones se deben hacer con los dos dedos índice y mayor colocados en forma perpendicular al cuerpo del bebé. Para ubicar el lugar, se debe trazar una línea imaginaria entre las tetillas del niño y ubicar los dedos en el medio de ellas, pero dos centímetros más abajo.
• Se deben realizar cinco ciclos de dos ventilaciones boca a boca y 30 compresiones. Ellos se completan en un tiempo aproximado de dos minutos. Si el bebé reacciona antes con tos o llanto, hay que interrumpir el procedimiento y colocar al bebé de costado por si vomita hasta que llegue la ayuda. Si no lo hace y si nadie llamó antes a emergencias, hacerlo luego de estas secuencias y decir escuetamente “bebé en paro” y dar la dirección, ya que así mandarán la primera ambulancia disponible.
• Aunque logre reanimar al bebé por sus propios medios, siempre debe llevarlo a la consulta. Viaje en taxi o remís o pídale a un vecino que lo lleve. Es importante que ni usted, que realiza la reanimación, ni su cónyuge manejen.
