Un estudio estadounidense postula que de igual manera que existen los ciclos de sueño, también los hay en materia de pérdida de peso, ya que la mayoría de las personas engorda durante los fines de semana y pierde kilos durante los días laborables.
También el trabajo especifica que lo que define que una persona que siga una dieta engorde o adelgace no es cuánto sube el sábado y el domingo, sino cuánto baja durante los otros días. Por ende, el ciclo semanal de los seres humanos tiene un importante impacto sobre el control del peso.
La investigación pertenece a la Cornell University, en EEUU, y a la University of Technology de Tampere, en Finlandia. Coordinados por Brian Wansink, los científicos trabajaron con 80 adultos de 25 a 62 años.
Los participantes fueron clasificados de acuerdo a los cambios corporales: perdedores de peso (pérdida de peso -3% ), los que engordaban (1% de aumento de peso ), y los que se mantenían ( entre -3% y 1 % de cambio de peso).
El equipo de investigadores solicitó a los voluntarios a que se pesaran todas las mañanas antes de desayunar. Sólo las mediciones que fueron tomadas durante al menos siete días consecutivos fueron incluidas en el análisis. El tiempo mínimo de seguimiento fue de 15 días y un máximo de 330 días.
Según informó el sitio ABC.es, el objetivo principal del estudio era observar si la fluctuación del peso dependía de los días laborables de la semana. Por este motivo, los investigadores analizaron los pesajes a través de los tres grupos: los que perdían peso, los que engordaban y los que se mantenían.
Los resultados revelaron un patrón claro en la fluctuación del peso en siete días, es decir, se subían kilos durante los sábados y los domingos (los voluntarios se pesaban el domingo y el lunes) y se bajaban durante la semana laborable. Por último, esta disminución alcanzaba el punto más bajo el viernes.
Pero de forma inesperada, los investigadores encontraron una diferencia en estos patrones de fluctuación entre aquellos que perdían peso y los que subían. Los primeros parecían tener un patrón de compensación más fuerte, es decir, después del fin de semana la disminución comenzaba de inmediato y continuaba a la baja hasta el viernes, mientras que los que ganaban kilos tenían más variabilidad entre días y una reducción menos definida durante la semana laborable.
De esta manera, el 59% de los que bajaban alcanzaba su peso máximo semanal el domingo y el lunes, y el peso mínimo en el 60 % de los casos se lograban el viernes o el sábado. Sin embargo, entre los que engordaban no se observó un patrón semejante. Los pesos mínimos y máximos no aparecen sistemáticamente en días determinados, sino se distribuyeron de manera uniforme durante toda la semana .
Los autores suponen que la información sobre las fluctuaciones de peso entre días laborables y fines de semana puede ser importante a la hora de establecer una dieta.
Así, señalan, ahora que ya se sabe que es normal la ganancia de peso durante los fines de semana debido a múltiples factores, como más tiempo para salir a comer y relajarse en las costumbres culinarias, se deben adaptar los planes alimentarios. ¿Cómo? Teniendo en cuenta dichos ritmos y así tomar medidas para invertir las tendencias al alza después de un fin de semana.