El fotógrafo británico James Ostrer utilizó el arte para hacer una crítica al consumo de productos procesados como snacks, golosinas, helados y otros ejemplos de la denominada “comida chatarra”. Para su muestra “Wotsit all about”, cubrió a sus modelos con estos alimentos y luego tomó los retratos.
En las tomas se pueden ver desde fiambres y fideos con salsa hasta cucuruchos y dulces. Según Ostrer el “culto al azúcar” es un síntoma de malestar de la sociedad occidental.
Para el artista, sus retratados son seres híbridos mutantes sintetizados biológicamente con alimentos, que habitan un «mundo postapocalíptico». Más allá de su visión fantástica, todos los productos que utilizó son reales y están a la venta.
«Mi trabajo es a menudo una constante evolución de la autoayuda, yo mismo soy el terapeuta y el paciente. Mi intención era exponerme a tales niveles extremos de la comida basura que ya no querría volver a probarla», afirmó el autor.
Fuentes: BBC Mundo
