El culto al cuerpo suele tener un lugar no menor en la actualidad. Basta escuchar piropos que elogian determinadas zonas, echar un vistazo a las publicidades con imágenes retocadas u oír hablar de las dietas de moda. Hoy un físico agraciado parecería asociarse con la delgadez, pero no siempre fue así a lo largo de la historia.
Como contrapartida, están los que destacan que un cuerpo bello es en verdad un cuerpo sano al que se lo cuida, pero siempre con respeto hacia su edad y maduración, sin someterlo a procedimientos agresivos y riesgosos. El psicoanalista Juan Pablo Tessone brindó una reflexión sobre la verdadera belleza de un individuo.
“No hay cuerpos feos o lindos, hay persona bellas o feas, o quizá personas que tienen gestos bellos y gestos feos. No depende de las curvas, sino de una geometría de líneas variables, según la perspectiva con la cual se considere lo bello”, indicó Tessone.
Según explicó el experto, la belleza, más allá de su valoración subjetiva, es una noción fuertemente epocal. “No es lo mismo el cuerpo delgado, a veces casi anoréxico, de las exigencias de las pasarelas actuales de la noción de belleza en otros momentos de la historia”, aclaró.
Para hablar de cambios, Tessone ejemplificó que en el renacimiento la belleza dejó de ser el reflejo de la divinidad, como en el arte medieval, sino que se la equiparó al cuerpo humano expuesto en su desnudez. Ejemplificó que “Las Tres Gracias” de Botticelli son apreciadas por sus curvas pero hoy ellas serían rechazadas en un desfile de modas contemporáneo. “La Maja Desnuda” también correría con la misma suerte en las pasarelas.
“En la actualidad se considera bello a lo que responde a estereotipos de época, en general relacionados con una imagen impuesta por la publicidad. Eso sucede con los cuerpos iguales a sí mismos de los modelos o en la creatividad de los diseñadores para poner esos cuerpos en relieve. Sin embargo, la belleza y la sensualidad de una persona pasa no sólo por su imagen, más o menos convencional, sino por su porte, su actitud, su inteligencia”, opinó el psicoanalista.
Entonces, para Tessone, la pregunta del millón es: “¿Cómo calificar de bello el cuerpo de una persona sin escuchar lo que esa persona es capaz de decir, opinar o interactuar?”.
En síntesis, la búsqueda vertiginosa de una imagen estereotipada, de cuerpos desencarnados puede llevar a trastornos alimentarios como la anorexia, o bien a los riesgos de mala praxis de una cirugía plástica.
Por eso se debe tener en cuenta, en palabras del psicoanalista, que la belleza es un concepto que excede el estereotipo de una imagen impuesta, sino que cada uno debe encontrar eso que complementa lo que el cuerpo muestra.
* Juan Pablo Tessone es Médico Psicoanalista y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y Médico psiquiatra de la Universidad de París XII.
