La epidemia del virus del zika sigue constituyendo una emergencia sanitaria de alcance internacional, dada su continua expansión geográfica y las amplias lagunas sobre sus efectos neurológicos, declaró hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Así lo determinó la directora general de la entidad, Margaret Chan, al asumir las conclusiones del Comité de Emergencias de la OMS, que ayer analizó la evolución de la epidemia.
«El hecho de que desde la última reunión se hayan declarado brotes en distintas zonas geográficas y que sigan existiendo enormes lagunas sobre sus efectos colaterales nos obligó a mantener la definición de emergencia sanitaria internacional», afirmó hoy en rueda de prensa el director del Comité de Emergencias, David Heymann.
En las últimas semanas se han confirmado cuatro casos en Guinea Bissau y un centenar en Singapur.
El brote de Guinea Bissau, sin embargo, es producido por la cepa africana del virus, mientras que en el de Singapur aún se desconoce su origen y se están haciendo exámenes.
La cepa que apareció en Brasil a finales del 2014 y que ha provocado la epidemia actual es la asiática, aunque aún no se ha confirmado como llegó desde las islas del Pacífico, donde se detectó la primera vez en 2007.
Con respecto a las lagunas científicas, tanto Heymann como el director de emergencias de la OMS, Peter Salama, asumieron que todas las incógnitas permanecen sin respuesta, dado que no se conoce por qué el virus provoca graves efectos neurológicos en algunos casos y en otros no.
«Tenemos una necesidad urgente de que se mantenga de manera sostenida la investigación a nivel global para obtener respuestas», afirmó Heymann.