Una terapia con fibroblastos, un novedoso procedimiento de estética regenerativa natural que emplea células del propio cuerpo, permite “congelar” la edad de los pacientes, con la ventaja de que se trata de un tratamiento natural, mínimamente invasivo y sin efectos secundarios, ya que se usan las células del propio cuerpo. Además, las pacientes tienen la opción de preservar las células obtenidas por un año para emplearlas cuando así lo deseen.
Esta alternativa, presentada por el doctor Jorge Genovese, emplea células autólogas de cada cuerpo y se basa en el concepto de reparar los tejidos de la piel con los propios fibroblastos, que son las células características del tejido conectivo que rellenan los espacios entre los demás tejidos del cuerpo.
Entre las múltiples funciones de los fibroblastos se destacan la de producir colágeno, una proteína altamente utilizada en los tratamientos de belleza, estética y cirugía plástica. Por eso el nuevo producto presentado por Genovese, llamado BeautyCell, es ideal para el tratamiento de los defectos cutáneos porque utiliza un colágeno propio y compatible.
Los fibroblastos se obtienen a partir de una mínima muestra de piel y se los hace crecer en condiciones óptimas hasta obtener una cantidad tan grande que, al ser colocados en un sitio de lesión, puedan producir la cantidad necesaria de colágeno para repararla y dar las señales que reactiven las células de la piel.
El cultivo de fibroblastos autólogos es usado habitualmente en el mundo para el tratamiento de las arrugas naso-labiales moderadas a severas y de las secuelas del acné. Pero ahora la empresa Hearten Biotech, dedicada a la investigación, desarrollo y producción de productos de medicina regenerativa humana y veterinaria, otorga la opción de preservar en forma gratuita sus células durante un año a las clientas que quieran repetir el procedimiento. Así las células mantenidas quedan “detenidas en el tiempo”, de modo tal que independientemente de cuándo se usen en el futuro, actuarán con la potencia correspondiente a la edad en la que fueron obtenidas.
Otros usos reparadores
El laboratorio donde se elabora el producto se dedica a la medicina regenerativa de última generación, a través de la ingeniería de tejidos y terapia celular. Uno de sus procedimientos más novedosos, en estudio en los humanos y en el que se reconoció gran eficacia en medicina veterinaria, es la aplicación de células madre capaces de dividirse por períodos indefinidos, liberar moléculas activas y dar lugar a células especializadas características gracias a las cuales son capaces de reparar tejidos o funciones dañadas.
Las células pueden ser obtenidas del propio paciente o un donante, y se encuentran en distintas partes del cuerpo como la grasa, la médula ósea o el cordón umbilical, entre otras.