El cáncer de pulmón es el cáncer más común en hombres y el tercero más común en mujeres. Es la principal causa de muerte por cáncer a nivel mundial. En Argentina mueren alrededor de 10.700 personas por esta enfermedad.
Factores de riesgo
Tabaquismo.
Humo de segunda mano.
Radón (gas radiactivo que se origina naturalmente al descomponerse el uranio en el suelo y las rocas)
Exposición a agentes cancerígenos como asbesto, arsénico, diesel, sílice y cromo
Antecedente personal o familiar de cáncer de pulmón
Contaminación ambiental
Suplementos alimenticios
Síntomas que alertan
Tos que no desaparece o empeora.
Dolor en el pecho.
Dificultad para respirar.
Silbancias.
Tos con sangre.
Sentirse muy cansado todo el tiempo.
Pérdida de peso sin causa conocida.
Diagnóstico
El cáncer de pulmón se puede detectar por medio de las siguientes pruebas:
Examen físico
Pruebas de laboratorio
Radiografía de tórax
Tomografía computarizada
Citología del esputo
Biopsia
¿Cómo se diagnostica?
Examen físico de distintas zonas del cuerpo para verificar el estado general de salud, incluida la detección de signos de enfermedad, como bultos o cualquier otro indicio que parezca inusual.
Pruebas de laboratorio: se analizan muestras sangre, orina u otras sustancias
Radiografía de tórax
Tomografía computada
Citología del esputo: Un patólogo analiza el moco con sangre expulsado, observándolo bajo un microscopio para detectar células cancerosas.
Biopsia: Por medio de una aguja fina se extrae una porción de tejido o líquido del pulmón para analizarlo en busca de células cancerosas.
¿Qué opciones de tratamiento existen y cuál es la expectativa de vida?
El cáncer de pulmón se trata de diferentes maneras según el tipo y su extensión, además de la etapa en la que se encuentre. Estos son algunos de los tratamientos que se emplean para hacer frente al cáncer de pulmón.
Cirugía. En este procedimiento los médicos extirpan tejido canceroso.
Quimioterapia. Estos medicamentos especiales ayudan a reducir o eliminar el cáncer. Los medicamentos pueden ser pastillas que se suministran oralmente o medicamentos que se administran directamente en las venas o, a veces, una combinación de ambos.
Radioterapia. Se usan rayos de alta energía (similares a los rayos X) para eliminar el cáncer del cuerpo.
Terapia dirigida. Las terapias dirigidas usualmente son orales y pueden recibirlas aquellos pacientes que son portadores de alguna alteración genética específica. Actúan bloqueando el crecimiento del tumor guiado por esa alteración genética detectada.
Inmunoterapia Es un tratamiento que se administra por vía endovenosa y que tiene como objetivo reactivar las propias defensas del organismo para que sean ellas mismas las que puedan combatir a las células tumorales.
Es importante recibir el tratamiento necesario en el momento en que lo requiera. Todo paciente merece recibir la atención adecuada y oportuna para tratar el cáncer de pulmón y sus síntomas (inclusive el dolor), como también los efectos secundarios del tratamiento.