La leche de vaca ha sido por años la de mayor consumo, en todas sus versiones. Sin embargo, hoy en día existen otras alternativas disponibles, ya sea de origen animal o vegetal, que ofrecen variedad y sabores particulares para todos los gustos y necesidades. Entre ellas, se destaca la leche de almendras por su amplitud de beneficios para la salud, acompañada de una creciente tendencia que se inclina hacia el consumo de alimentos naturales, con predominancia de vegetales en todo el mundo. Argentina no es la excepción.
“La leche de almendras contiene numerosas propiedades que favorecen con mayor énfasis durante el crecimiento y la adolescencia de un niño. Entre sus propiedades, su buen aporte de vitamina B favorece el metabolismo y, al mismo tiempo, al contener fibra soluble e insoluble protege la pared del intestino, sobre todo a favor del colon, la que ayuda a regular la absorción de los azúcares y el colesterol. Se trata de una leche totalmente natural, vegetal y equilibrada, la cual se elabora a partir de almendras que no contienen ninguna clase de conservantes, ni aditivos, tampoco gluten, lactosa o colesterol”, indica la nutricionista Isabel Lanusse (M.N. 7732).
Gran aliada para controlar el peso
La obesidad, la diabetes tipo 2 y el colesterol alto son factores de riesgo que tienen una gran incidencia en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y las probables discapacidades que éstas puedan generar.
“Para las personas con colesterol alto o triglicéridos su consumo es importante para disminuir los niveles. Elegir esta bebida vegetal como bebida diaria le va a aportar nutrientes esenciales mediante el salvado y el germen”, resalta la especialista.
Si bien la leche de vaca se vende en sus versiones descremadas, con la leche de almendras aparece una gran opción para quienes deben cuidarse, ya que tiene menos calorías y además no aumenta el colesterol.
Lanusse explica: “En cuestión de grasas, tiene una cantidad menor en comparación con otras (un gramo por cada vaso)”.
Otro beneficio de la leche de almendras es que brinda sensación de saciedad. “Esto va muy bien para aquellos que están luchando por perder algunos kilos y al mismo tiempo refuerza el sistema inmunológico, lo que mejora la respuesta del cuerpo para combatir los microorganismos que afectan el sistema respiratorio”, subraya la especialista.
Una buena opción para los alérgicos
Cada vez es más frecuente escuchar a personas que son alérgicas a la leche de vaca. La nutricionista explica que el consumo de la leche de almendras es recomendado cuando no se puede ingerir la habitual leche de vaca, la cual contiene lactosa que reacciona indisponiendo el aparato digestivo durante la digestión.
“Es la bebida que tiene un riesgo más bajo de producir reacciones alérgicas. Hay personas que tienen intolerancia o alergia a la lactosa, otros que la tienen a los frutos secos y a la soja, por ello puede ser una buena opción para todas esas personas”, destaca Lanusse.
Otros beneficios conocidos
“Tomar un vaso de leche de almendras todos los días es una forma de apoyar los procesos digestivos e intestinales y previene problemas como el estreñimiento, la inflamación y gases. Las almendras en sí aportan un extra de energía y son ricas en antioxidantes, por lo cual tienen la capacidad de reducir el impacto de los radicales libres en el cuerpo, moléculas que aceleran el envejecimiento de la piel y de los demás órganos”, agrega la nutricionista.
También es buena para recuperarse de las diarreas y vómitos. Lanusse resalta: “Su alto contenido en potasio es aconsejable para las diarreas o vómitos, donde se reducen los niveles de potasio y la leche ayuda a recuperarlo. En numerosos casos, las personas que padecen de gastritis o problemas gastrointestinales cambian su dieta, incluyendo la leche de almendras, porque les aporta una mejoría reconocible”.
