Por segunda vez la Legislatura porteña recibe un proyecto de ley de educación inclusiva que busca habilitar que niños con necesidades educativas especiales por discapacidad puedan asistir a escuelas tanto públicas como privadas. La iniciativa anterior fue de 2006 pero nunca tuvo tratamiento parlamentario, esta vez desde el oficialismo porteño con Victoria Morales Gorleri y Jorge Garayalde a la cabeza, aseguran que intentarán darle el impulso necesario para convertirlo en ley.
La iniciativa, al igual que la presentada hace 4 años, fue desarrollada por la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA) y apunta fundamentalmente a que los chicos con discapacidad puedan cursar en todos los niveles del sistema educativo, que estén matriculados como alumnos con Necesidades Educativas Especiales, que se respete la toma de decisiones de sus padres respecto a qué escuela asistir y que cuenten con las adaptaciones curriculares adecuadas que les posibiliten el proceso de enseñanza y aprendizaje.
“Habíamos hecho un proyecto anterior pero no llegó a tener el trato parlamentario en el tiempo debido. Ante ese intento frustrado hicimos una nueva propuesta”, aseguró el presidente de ASDRA Raul Quereilhac desde el Salón San Martín de la Legislatura donde se realizó la presentación del proyecto de ley.
La propuesta de esta ONG que lleva 22 años de existencia se apoya, fundamentalmente, en el artículo 24 de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que indica que “los Estados asegurarán un sistema de educación inclusiva en todos los niveles”. Además apuntan que hay experiencias de integración en otras latitudes como España, Italia y Portugal. “En otros países ya no se discute si un chico debe o no estar en una escuela común”, apuntó Quereilhac en diálogo con DocSalud.com.
• Integración en el aula
Según especialistas los chicos con Síndrome de Down tienen las mismas posibilidades de aprender que el resto de los alumnos según el nivel de discapacidad que posean. Es por eso que se necesita adaptar la currícula y una maestra integradora dentro del aula que ayude en el proceso de aprendizaje. En la actualidad hay ejemplos de integración en nuestro país pero depende en demasía de la voluntad de los establecimientos y la determinación de los padres. “Son ejemplos muy aislados especialmente en el sector privado, pero el principal responsable que tiene que dar el ejemplo es el Estado y no lo da”, aclaró Javier Speroni, vocal de Abdra.
“Se acabó esa antinomia entre escuela común y escuela especial. Necesitamos la escuela especial, con su educación particular, pero tratamos que la mayoría de los niños, los que pueden, estudien en la escuela común”, apuntó por su parte Beatriz Heredia, educadora especial y Directora del Centro SELEC.
Heredia rescata los casos donde hay integración dentro de las aulas pero advierte que el vacío legal imposibilita el desarrollo del proceso de inclusión escolar y lo ejemplifica con el caso de la maestra integradora. Se trata de una docente que actúa como par pedagógico y cuyo salario depende de la Superintendecia de Servicios de Salud, es decir de las obras sociales, pero el problema surge cuando los establecimientos no quieren aceptarlas argumentando que “se mezclan los sistemas” es decir fondos del Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación. “Necesitamos que la escuela común se adapte a las necesidades que tenemos”, finalizó la docente.
• El trámite legislativo
El proyecto de ley de ASDRA será patrocinado en la Legislatura por los diputados del PRO Victoria Morales Gorleri y Jorge Garayalde. Debe ingresar por mesa de entrada y luego esperar turno para el debate en la Comisión de Educación que preside Gorleri que además es maestra especial de profesión.
Ambos legisladores se mostraron entusiastas sobre el nuevo proyecto pero evadieron las respuestas sobre los motivos por los cuales el anterior quedó en la nada. Cabe destacar que la iniciativa de 2006 también fue patrocinada por una legisladora del PRO, Gabriela Michetti actual diputada nacional y referente del cuadro político.
“Buscaremos que se trate lo más rápido posible en Educación para lograr una integración total con los chicos”, aseguró Garayalde quien además adelantó que empleará en su despacho a uno de los chicos con discapacidad egresados de un curso de formación universitaria que se brindó en la UCA en asociación con ASDRA.
Por su parte, Gorleri afirmó que la iniciativa “significa un avance muy importante para nuestra sociedad” para entender lo que es la inclusión, a la que define como la “riqueza en la diversidad, no la tolerancia en términos de tener que aceptar porque no queda otra”. Ella cuenta con experiencia en el campo y promete un debate amplio dentro de la comisión.
La diputada admitió que “el tema de la educación inclusiva es polémico” pero lo atribuye al desconocimiento sobre la problemática. “Desde el miedo y el desconocimiento a veces se generan muchas trabas para avanzar en las políticas publicas reales de educación inclusiva”, dijo. En el debate de comisión se escucharán las voces de los padres, maestros, ONGs, familias, especialistas y los niños con Síndrome de Down.
Ante la pregunta sobre las chances de que la norma llegue a tratarse en el recinto y logre su aprobación, ambos legisladores se mostraron confiados. “Yo creo que va a salir una ley de educación inclusiva, pero lo que tenemos que ver es cual es el punto del avance cultural que vamos a tener”, sentenció Gorleri. “Esto es abrir una puerta y si necesitamos unos años más adelante avanzaremos otros pasos más. Creo que la propia reflexión va a abrir un camino”, cerró.
