El asma es una enfermedad crónica que produce una inflamación en la vía aérea y se manifiesta a través de episodios de falta de aire, silbidos, fatiga, opresión en el pecho, tos y mucosidad, llamados broncoespamos. Suelen ocurrir durante la noche, a primera hora del día o como resultado de la realización de ejercicio y la exposición al frío o a sustancias agresivas para la vía aérea que pueden encontrarse en el ambiente.
Estos sucesos se asocian generalmente a la obstrucción en el flujo aéreo pulmonar, que suele ser variable en el tiempo, puede tener diferentes grados de severidad y frecuentemente es reversible, ya sea espontáneamente o con el tratamiento.
Alrededor del mundo se producen hasta 250.000 muertes por año a causa de esta enfermedad y si bien una proporción muy importante de adultos la padece, el Asma es la enfermedad crónica de mayor frecuencia en la niñez y adolescencia. En nuestro país afecta al 14% de la población infanto-juvenil.
El alto porcentaje de afectados representa una carga significativa, no solo en costos a nivel de los sistemas de salud, sino también en términos de pérdida de productividad (ausentismo laboral y escolar) y en la reducción de la participación de vida familiar y comunitaria.
Es clave su diagnóstico y el tratamiento precoz. La detección se realiza a través de una prueba llamada espirometría donde se evalúa la capacidad respiratoria, el grado de obstrucción y la respuesta a la terapia. En cuanto al tratamiento, se disponen de fármacos que pueden lograr un control muy eficaz en la mayoría de los casos, permitiendo a los afectados llevar una vida plena y sin restricciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Iniciativa Global contra el Asma (GINA) proponen cada primer martes de mayo, este año el 5, celebrar el Día Mundial del Asma como un día para llamar a la reflexión a familias y profesionales sobre lo que significa el correcto diagnóstico, manejo y control de esta enfermedad. En el 2015, continuando con la premisa de «Usted puede controlar su asma”, se pretende dar un enfoque positivo sobre el manejo de esta enfermedad, estimulando a los pacientes a tomar parte activa en el control de la misma.
Para un correcto tratamiento del asma es necesario que se produzca una sociedad entre el médico y los demás integrantes del equipo de salud; y las personas que sufren este trastorno. El principal objetivo es aumentar la educación, y el conocimiento de esta enfermedad, para lograr una mayor adherencia a los tratamientos, un efectivo automanejo, y el control total del asma.
*El Dr. Sebastián Wustten pertenece a la Sección de Enfermedades Obstructivas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.