OMS aprueba estrategia para luchar contra la tuberculosis

La Asamblea Mundial de Salud adoptó hoy una estrategia mundial sobre tuberculosis y nuevas metas sobre prevención, atención y control de la enfermedad que se deben implementar en las dos décadas siguientes a 2015.

Esta semana se reúnen en Ginebra los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un encuentro anual en la que establecen prioridades sobre salud pública en el mundo.

La estrategia adoptada hoy tiene como objetivo último «un mundo exento de tuberculosis», es decir la erradicación total de lo que la OMS define como «epidemia».

Concretamente, se pretende que en 2035 la mortalidad por tuberculosis se haya reducido un 95% y la incidencia de la enfermedad en un 90%, «o a menos de 10 casos por 100.000 habitantes», especifica el texto de la resolución.

Si se logran estos objetivos no sólo se acabará con una de las enfermedades más letales que existen sino que «se eliminarán los gastos catastróficos conexos para los hogares afectados por la tuberculosis».

La OMS estima que anualmente se dan entre 8,6 y 9 millones de casos de tuberculosis en el mundo, pero los sistemas de salud de los países notifican unos seis millones, por lo que otros tres millones quedan sin detectar.

Es por ello que el texto incide en la necesidad de acelerar el diagnóstico de los casos para multiplicar el tratamiento, y pide a los Estados que desarrollen e implementen proyectos específicos para lidiar lo más profundamente con la enfermedad.

También hace mención específica a la tuberculosis multirresistente (MDR-TB en sus siglas en inglés), que avanza de forma sostenida y para la cual no existen medicamentos adecuados.

La resolución pide que se mejoren los sistemas de detección para poder diagnosticar y tratar todos los casos, así como desarrollar nuevos y adecuados medicamentos.

De los seis millones de casos de tuberculosis detectados en el mundo se estima que aproximadamente entre 450.000 y 500.000 son casos de tuberculosis multirresistente, aunque de estos 500.000 «sólo» se diagnostican unos 90.000.

La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), que en los últimos días realizó una intensa campaña para dotar de fondos la lucha contra la MDR-TB y, específicamente, para que se obligue a diagnosticar, ofrecer acceso universal al tratamiento, e investigar para encontrar nuevos fármacos, está relativamente contenta con el resultado.

«Parece que oyeron la llamada. Incluyeron unos párrafos en los que específicamente se pide que se detecten los casos y que se traten. La MDR-TB no está en el titular de la resolución pero, al menos, ésta reconoce su importancia y la necesidad de actuar para combatirla», afirmó en declaraciones a EFE Grania Brigden, de la campaña sobre la tuberculosis de MSF.

La ONG recordó en sus intervenciones ante la Asamblea que, actualmente, las personas que padecen MDR-TB sólo tienen dos soluciones, o bien mueren sin tratamiento o pasan por un difícil y duro proceso que dura dos años y que les lleva a tomar 20 pastillas al día y a recibir dolorosas inyecciones para sólo tener un 50 por ciento de posibilidades de sobrevivir.

Los pacientes que padecen esta forma de la enfermedad no pueden acceder a los medicamentos más nuevos porque no surten efecto, por lo que tienen que recurrir a los más antiguos e ingerir grandes cantidades para que sean efectivos.

El problema es su baja efectividad y sobre todo los efectos secundarios, algunos de ellos muy graves, como la sordera permanente o trastornos mentales como alucinaciones o instintos suicidas.

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