El mieloma múltiple suele originarse cuando las células plasmáticas, encargadas de producir anticuerpos, crecen descontroladamente. A medida que progresa la enfermedad, el paciente puede sufrir dolor óseo, anemia, infecciones o fracturas.
Si bien han habido avances farmacológicos muy significativos en los últimos años, el mieloma múltiple sigue siendo una enfermedad incurable. Alterna entre los períodos de remisiones y recaídas, y por eso es importante identificar las medicaciones que permiten períodos de remisión más prolongados.
En mayo de 2022 se aprobó en Argentina el uso de Isatuximab (en combinación con otros dos medicamentos: Pomalidomida y dexametasona) para tratar adultos con Mieloma Múltiple. Muy pocas semanas después se aprobó una nueva indicación para esta medicación, en combinación con Carfilzomib y dexametasona, para el tratamiento de pacientes adultos con Mieloma Múltiple que han recibido al menos un tratamiento previo.
Combinando las tres medicaciones (Isatuximab-Carfilzomib-dexametasona) se obtienen niveles sin precedentes de control sobre la progresión de la enfermedad, en pacientes recaídos o refractarios. Además, el estudio IKEMA mostró que agregar Isatuximab al tratamiento con un inhibidor del proteasoma lleva la mediana de sobrevida libre de progresión de 19.2 meses a 35.7 “Estos datos que respaldan la nueva indicación solo confirman los beneficios de estudiar distintas medicaciones y distintas combinaciones para encontrar las mejores estrategias que nos permitan dar respuesta a los pacientes con Mieloma Múltiple, muchos de los cuales presentan frecuentes recaídas y deben cambiar de abordaje terapéutico cada vez en intervalos de tiempo más breves”, sostiene la Dra. Dorotea Fantl, parte del staff de la Sección Hematología del Hospital Italiano de Buenos Aires y asesora de la Fundación Argentina de Mieloma y ex Presidente de la Sociedad Argentina de Hematología.
El estudio IKEMA fue un ensayo realizado en 69 centros de 16 países. Incluyó 302 pacientes con Mieloma Múltiple recurrente o refractario que hubieran recaído a entre 1 y 3 terapias previas. Durante 4 semanas del estudio, se administró una infusión semanal intravenosa de 10mg/kg de Isatuximab, luego se administró cada 2 en ciclos de 28 días, en combinación con dos dosis semanales de Carfilzomib de 20/56mg/m2 y Dexametasona en la dosis estándar mientras duró el tratamiento. El objetivo del estudio era medir la sobrevida libre de progresión, pero también se midieron indicadores como respuesta completa, respuesta parcial, enfermedad mínima residual negativa, sobrevida global y seguridad. El perfil de seguridad y la tolerancia al Isatuximab observadas en este análisis fueron consistentes con lo identificado en otros estudios clínicos.
“Celebramos cuando, como este caso, podemos tener aprobadas en Argentina medicaciones e indicaciones de distintos usos combinados prácticamente a la par de los tiempos internacionales, porque el recorrido de cada paciente con su enfermedad es diferente: lo que hoy le sirve a uno, mañana puede que no y determinado paciente puede no responder a la terapia que ha sido muy efectiva en otro, por lo que cuanto más amplio y variado sea el abanico de herramientas con que contamos para intentar contener esta enfermedad, mejor”, concluyó el Dr. Dupont.
Otro indicador que se suele medir en los estudios es el tiempo hasta el siguiente tratamiento, porque permite calcular el periodo de beneficio terapéutico. Para los pacientes tratados con la terapia combinada con Isatuximab fue de 44.9 meses frente a 25 meses en el brazo control. El Dr. Juan Dupont, Jefe de Hematología del CEMIC y actual Presidente de la Sociedad Argentina de Hematología, considera que: “Estudios como este nos ayudan a diferenciar qué medicamentos logran periodos más prolongados sin progresión. Que las personas con Mieloma Múltiple, luego de al menos una recaída, puedan estar más de 3 años con su cuadro bajo control es un gran avance que nos brinda esperanza para lograr cada vez un mejor manejo de esta enfermedad”
“Están dándose avances inéditos, que permiten que los pacientes vivan cada vez más años en comparación con las perspectivas que tenían solo un par de décadas atrás. Es muy necesario que se continúe investigando para que tengamos cada vez mejores herramientas para poder ayudar a los pacientes”. afirma la Dra. Fantl. La llegada de Isatuximab se destaca porque en distintos estudios clínicos está mostrando consistentemente resultados sumamente alentadores. Por eso es que esta droga continúa siendo estudiada en diferentes ensayos clínicos de fase III en combinación con diversas terapias estándar en el tratamiento del MM, así como también para otras enfermedades oncohematológicas y determinados tumores sólidos.
