Enfermedades cardiovasculares, ACV y cáncer de pulmón, mama, cuello uterino y colon son las afecciones más frecuentes en las mujeres y «cada una está relacionada con una etapa de la vida, por lo que hay que prestar atención», alertaron especialistas con motivo del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, que se conmemora cada 28 de mayo.
«En la adolescencia, las mujeres sexualmente activas pueden contraer el virus del VPH o papiloma humano, una infección tan habitual que puede pasar en forma asintomática y cuyas cepas, algunas, están relacionadas con el cáncer de cuello de útero», explicó Luciano Cassab, jefe de la Sección Mastología del Hospital César Milstein.
El también miembro de la Sociedad Argentina de Mastología (SAM) agregó que a mediana edad hay que prestar atención a las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoidea, esclerosis múltiple y afecciones tiroideas.
«En lo que respecta a la mujer adulta, los miomas uterinos o las enfermedades asociadas a los genitales son más frecuentes, y lo mismo sucede con la osteoporosis y la consecuente descalcificación de los huesos luego de la menopausia», completó.
En cuanto a los índices de mortalidad, María Eugenia Azar, miembro de la SAM y del Departamento de Mastología del Instituto Ángel Roffo, precisó que «tanto en el hombre como en la mujer la enfermedad cardiovascular sigue siendo la de mayor incidencia».
«Sin embargo el cáncer de mama ocupa en Argentina el primer lugar de incidencia en el sexo femenino con 19.000 nuevos casos por año, lo que corresponde a un 16,8% de todos los canceres diagnosticados en la mujer», alertó.
Y continuó: «Hoy sabemos que una de cada ocho mujeres que llegue a los 80 años habrá desarrollado un cáncer de mama a lo largo de su vida, por lo que es muy importante cumplir con los exámenes de rutina acordes a cada edad».
«Del mismo modo es fundamental que las mujeres no hagamos únicamente lo que se denomina un abordaje bikini de la salud, ya que controlamos nuestras mamas y la parte ginecológica pero descuidamos el resto de las patologías como la hipertensión, hipercolesterolemia y diabetes», instó.
Detalló que a partir de la adolescencia se recomienda un primer control de sangre y orina completo para tener un panorama general de la salud, y que «a partir del inicio de la vida sexual lo recomendable es realizar un control ginecológico, que suele incluir Papanicolau y ecografía transvaginal y mamaria, para luego continuar con un control anual».
«El diagnóstico precoz aumenta las posibilidades de curación, permite un abordaje con tratamientos menos agresivos, mejora la calidad de vida y asegura muy buenos resultados estéticos», completó la SAM en un comunicado.