La diferencia principal entre la insuficiencia ventricular izquierda y la insuficiencia ventricular derecha es que la izquierda suele causar disnea y fatiga, mientras que la derecha genera la acumulación de líquido en los tejidos periféricos y en el abdomen. Los ventrículos pueden ser afectados tanto de forma conjunta como de forma separada. La disfunción ventricular izquierda puede ser una afección silenciosa y potencialmente mortal, porque se acumula líquido en los pulmones y causa disnea y otras dificultades para respirar. “Lo terriblemente importante es que puede estar allí sin síntomas y llevar a que ocurran cosas malas: muerte, falta de aire, desmayos, hospitalización», comenta el cardiólogo Dr. Paul Friedman.
El Dr. Friedman afirma que una vez que se sabe de la existencia de la insuficiencia ventricular izquierda, hay muchas alternativas de tratamiento. “Existen varios tratamientos poderosos que permiten al corazón recuperar la fuerza que prolonga la vida”, señala el cardiólogo. Cuanto antes se identifique y diagnostique la afección, hay mayores posibilidades de que los tratamientos sean efectivos. “El propósito es ayudar a la gente a identificar esta afección cuando las circunstancias personales aumentan el riesgo” añade.
Para el diagnóstico generalmente los especialistas se basan en la evaluación clínica y en radiografías de tórax, ecocardiográficas, y mediciones de las concentraciones plasmáticas. Sin embargo, no es necesario ir a un centro médico para obtener una prueba de detección. El especialista cuenta que se demostró que es posible detectar la afección en casa solamente revisando un electrocardiograma en un reloj inteligente. Algunos relojes inteligentes son capaces de medir el ritmo cardíaco mediante un electrocardiograma. “Es increíble pensar que un dispositivo adquirido en una tienda y que se usa en la muñeca puede identificar la presencia de una afección potencialmente asintomática y mortal”, afirma el Dr. Friedman.
Los factores de riesgo para la disfunción ventricular izquierda incluyen la edad, diabetes, presión arterial alta y algunos medicamentos. Hay muchos factores de riesgo de insuficiencia cardíaca, y la combinación de los factores aumenta el riesgo:
Enfermedad en las arterias coronarias: Las arterias estrechadas pueden limitar el suministro de sangre rica en oxígeno del corazón, lo que genera que el músculo cardíaco se debilite.
Ataque cardíaco: Un ataque cardíaco es una forma de enfermedad de las arterias coronarias que ocurre repentinamente. El daño al músculo cardíaco por un ataque cardíaco puede significar que el corazón ya no pueda bombear de la forma correcta.
Enfermedad de las válvulas cardíacas: Tener una válvula cardíaca que no funciona correctamente aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca.
Presión arterial alta: El corazón se esfuerza más de lo que debería si la presión arterial es alta.
Latidos del corazón irregulares: en especial, si son muy frecuentes y rápidos, pueden debilitar el músculo cardíaco y provocar insuficiencia cardíaca.
Enfermedad cardíaca congénita: Algunas personas que desarrollan insuficiencia cardíaca nacieron con problemas que afectan la estructura o función del corazón.
Diabetes: Tener diabetes aumenta el riesgo de tener presión arterial alta y enfermedad de las arterias coronarias
Algunos medicamentos para la diabetes: Se ha descubierto que los medicamentos para la diabetes, como la rosiglitazona y pioglitazona, aumentan el riesgo de sufrir una insuficiencia cardíaca en algunas personas. Sin embargo, no suspensas los medicamentos sin la autorización de un especialista.
Ciertos medicamentos: por ejemplo medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE); ciertos medicamentos anestésicos y ciertos medicamentos que se usan para tratar la presión arterial alta, cáncer, afecciones sanguíneas, latidos cardíacos irregulares o anormales, enfermedades del sistema nervioso, afecciones de salud mental, problemas pulmonares y urinarios, enfermedades inflamatorias e infecciones. Si estás tomando alguno de estos deberías consultarle al especialista si necesitas hacer algún cambio, pero no dejes de tomarlos por decisión propia.
Consumo de alcohol: Beber alcohol en exceso puede debilitar el músculo cardíaco y provocar una insuficiencia cardíaca.
Apnea del sueño:. La incapacidad para respirar adecuadamente mientras duermes provoca niveles bajos de oxígeno en sangre y un mayor riesgo de latidos cardíacos irregulares. Ambos problemas pueden debilitar el corazón.
Fumar o mascar tabaco: El uso de tabaco incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas e insuficiencia cardíaca.
Obesidad: Las personas que padecen obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca.
Virus: Ciertas infecciones virales pueden dañar el músculo cardíaco.
