La insuficiencia cardiaca afecta a mas 26 millones de personas en el mundo y se estima que esta cifra aumente en forma alarmante en los próximos años. De a poco comienza a surgir evidencia que relaciona ciertos problemas de sueño su desarrollo.
Los trastornos del sueño suelen ser multifacéticos y los patrones individuales de descanso también son complejos. La mayor parte de los estudios que analizaron la relación entre distintas enfermedades y alteraciones en el dormir no suelen considerar la complejidad de estos patrones.
Pero un grupo de investigadores de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans, EEUU, desarrollaron y validaron un patrón de sueño saludable. Para determinarlo tuvieron en cuenta cinco comportamientos diferentes de sueño y consideraron variables como el cronotropismo (mas saludables aquellos que se acostaban y levantaban temprano) la duración del sueño (7-8 horas, lo recomendado), la presencia de insomnio, ronquidos y sueño diurno excesivo. A cada variable se la asignó un puntaje determinado.
Posteriormente se propusieron evaluar si la ausencia de este patrón de sueño saludable se correlacionaba con un mayor riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca y sus resultados fueron publicados en el Congreso de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) y de forma simultanea, en una prestigiosa revista médica.
Los autores evaluaron una base de datos de 408.802 pacientes que fueron seguidos durante un tiempo promedio de 10 años. Se observó que aquellos que obtuvieron un puntaje compatible con un patrón de sueño de buena calidad presentaron una menor incidencia de insuficiencia cardiaca. Es decir, las personas que presentan un sueño de mala calidad tienen mayor riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca que aquellos que presentan una mejor calidad de sueño.
Los mismos autores habían publicado previamente un estudio en el cual encontraron una asociación similar con el riesgo de presentar enfermedad coronaria.
Este estudio al igual que el anterior pone en evidencia la importancia que tiene tener un sueño de calidad para prevenir eventos cardiovasculares.