Vacunas contra Covid-19: Lo que hay que saber sobre los efectos indeseables

Cuáles son los efectos colaterales de las vacunas contra el Covid-19 (Foto: Pixabay)
Cuáles son los efectos colaterales de las vacunas contra el Covid-19 (Foto: Pixabay)

Las vacunas contra el SARS-CoV-2 como cualquier otra vacuna, presentan efectos indeseables en un determinado porcentaje de pacientes una vez inoculadas en el ser humano. Difieren entre sí de acuerdo a la plataforma y aun se desconoce por qué aparecen estos efectos colaterales. De todas maneras pese a la probable aparición de estos eventos, el beneficio de la vacunación supera ampliamente los riesgos conocidos y potenciales de enfermedad.

Empezamos por las vacunas de ARNm (Pfizer/Biontech- Moderna) que si bien tienen un muy buen perfil de seguridad, de inmunogenicidad y eficacia no están exentas de la aparición de reacciones adversas. La reacción común a todas las vacunas y/o a fármacos existentes en el mundo es una reacción alérgica grave llamada “reacción anafiláctica” que aparece en los primeros minutos después de la primera vacunación. Se manifiesta como una erupción cutánea, picazón, dificultad para respirar e hinchazón de la cara o la lengua y requiere de atención médica inmediata. Afortunadamente, ocurre con muy poca frecuencia y cuando sucede se reporta al laboratorio productor y a la entidad regulatoria local, en el caso de Argentina, al ANMAT.

En los ensayos clínicos, los síntomas colaterales en las vacunas de ARNm aparecieron dentro de los 7 días posteriores a la vacunación y en su mayoría fueron leves y más frecuentes después de la segunda dosis. Se describieron fiebre, escalofríos, decaimiento, dolor de cabeza y su duración no se extendió más allá de los tres días.

Sin embargo, otros síntomas como dolor de pecho, dificultad para respirar y palpitaciones produjeron una alerta en el campo académico. La mayoría de los casos reportados al Vaccine Reaction Events Reporting System (VAERS) en Estados Unidos, afectaron a adolescentes varones y jóvenes adultos (menores de 30) que recibieron Pfizer/Biontech o Moderna, 2-4 días después de la segunda dosis. Esos síntomas señalaron la presencia de miocarditis (una inflamación del músculo cardíaco) y/o pericarditis (inflamación de la membrana que reviste el corazón) que junto a las modificaciones en el electrocardiograma y a las alteraciones en enzimas cardíacas llevaron a la hospitalización de los pacientes. Los casos revirtieron rápidamente con tratamiento convencional (internación de 4 días promedio) y los pacientes pudieron regresar a sus actividades habituales con supervisión médica.

Según el último informe del Advisory and Committee Inmunization Practices (ACIP) emitido en julio de 2021, la tasa de notificación más alta se dió entre los varones de 12 a 17 años y los de 18 a 24 años (62,8 y 50,5 casos de miocarditis notificados por millón de segundas dosis de vacuna de ARNm Covid-19 aplicadas).

Otro de los síntomas reportados durante los ensayos clínicos fue la aparición de ganglios en la axila del mismo brazo donde se recibió la vacuna. Para Moderna, la incidencia fue del 11,6% y aparecieron después de la primera dosis, mientras que con la segunda dosis la incidencia subió al 16%. Con respecto a Pfizer/BioNTech, solo el 0,3 por ciento de los pacientes han presentado este efecto adverso.

Por otro lado, el aumento de tamaño en los ganglios linfáticos es común después de la vacuna contra el Covid-19 y es una reacción normal del cuerpo a la vacuna.

En cuanto a los efectos secundarios de las vacunas vectoriales, se reportaron reacciones adversas leves común a todas las vacunas, tanto locales (en el sitio de aplicación como dolor, hinchazón, enrojecimiento) como generales (fiebre, cansancio, dolor de cabeza y muscular) no extendiéndose más allá de las 72 hs.

Sin embargo, la vacuna AstraZeneca/Oxford que en su plataforma utiliza adenovirus de chimpancé (ChAdOx1 Cov-19) generó gran preocupación en varios países europeos por la presencia de eventos tromboembólicos (coágulos de sangre) en sitios inusuales como el cerebro o el abdomen, entre 5 a 20 días después de la vacunación. Estos trombos estuvieron acompañados con un descenso de las plaquetas en la sangre (tombocitopenia). Este evento se conoce como Sindrome trombótico con trombocitopenia (STT) y su aparición llevó a los entes reguladores a pausar la vacunación en diferentes oportunidades. El STT también se reportò asociado a la vacuna de Janssen (Johnson & Johnson)

Con respecto al mecanismo por el cual se origina este síndrome asociado a las vacunas vectoriales aún se desconoce. Sí se observó durante el seguimiento de los pacientes afectados, la presencia en la sangre de anticuerpos dirigidos contra las plaquetas con el descenso significativo de las mismas. Los investigadores han visto estos cuadros clínicos en pacientes con anticuerpos contra las plaquetas inducidos por heparina. Por este motivo en los casos vinculados a la vacunación (AstraZeneca y Janssen) los expertos advierten el no uso de heparina, sino el uso de otros anticoagulantes no heparínicos.

Según los datos indicados por el Reino Unido, el riesgo es de aproximadamente 4 casos por cada millón de adultos vacunados (1 caso por cada 250.000). La incidencia global después de las segundas dosis fue de 1,8 casos por millón de dosis administradas.

El Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas (GACVS) apoya nuevas investigaciones para conocer el riesgo relacionado con la edad. En base a los datos disponibles hay una mayor incidencia notificada en los grupos de adultos más jóvenes después de la primera dosis y en relación al sexo, más en mujeres, aunque es necesario considerar que hay más mujeres que hombres vacunados.

Un evento que originó desconcierto inicialmente y fue visto en la post vacunación con AstraZeneca, Pfizer y Moderna fue la aparición de trastornos menstruales. La Dra.Victoria Male, inmunóloga reproductiva del Imperial College de Londres, reflexiona acerca de este hecho y ofrece una explicación posible y es que después de la vacunación, circulan moléculas químicamente activas (interleuquinas e interferón) las cuales afectarían a las células inmunitarias presentes en el revestimiento del útero (endometrio) lo que desencadenaría sangrados más tempranos o más abundantes y prolongados de lo habitual e incluso en mujeres menopáusicas. La tasa de notificación es baja en comparación a la cantidad de mujeres vacunadas.

Finalmente, una comunicación abierta, transparente y sostenida entre estado, industria farmacéutica, científicos, comunidad médica y la población general sobre los posibles beneficios y riesgos de las vacunas es fundamental para mantener la confianza y la continuidad en la administración de las vacunas disponibles en la lucha contra el Covid-19 y sus variantes.

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