Infertilidad: las 4 etapas en la búsqueda de un embarazo

Cuáles son las sensaciones más frecuentes por las que atraviesan las personas en la espera de embarazo y cómo sobrellevarlas.

Cuáles son las etapas que se atraviesan en la búsqueda de un embarazo (Foto: Pixabay)

Entre el 10 y 15% de las personas que desean engendrar un bebé afrontan dificultades para lograrlo. Si bien la mayoría hace la transición a la maternidad y paternidad de forma natural, en Argentina el 20% de la población en edad reproductiva -entre 18 y 50 años- tiene que recurrir a tratamientos de reproducción asistida. “Como en todos los aspectos de la salud, la salud reproductiva está íntimamente relacionada con la vida social y, en algunos casos, con la realización personal. Cuando se ve afectada, se genera una carga emocional que requiere atención”, señala la licenciada en Psicología, María Villamil.

“Cuando una pareja busca ayuda especializada, en una fase inicial, se encuentra con una serie de pruebas y análisis que tiene que realizar. En general las pruebas son más invasivas para la mujer, por lo que es muy importante que los dos miembros de la pareja participen y se apoyen”, explicó la psicóloga Villamil.

 

Las cuatro etapas

Si se trata de un diagnóstico de infertilidad, existen cuatro etapas que la mayoría de las personas que pasan por esta situación suelen atravesar:

-Impacto: es difícil aceptar que hay ciertas cuestiones que no podemos controlar, especialmente cuando se trata de nuestro propio cuerpo. La noticia siempre asusta en un primer momento.

-Rabia: al surgir sentimientos como el enojo o la ira, puede ser útil solicitar la ayuda de un profesional de psicología familiarizado con la reproducción asistida, para poder explorar y desarmar los sentimientos. “En la consulta se puede expresar todo lo que se siente, de forma abierta, y desarrollar estrategias para gestionar las emociones”, afirma Villamil.

-Desesperación: si bien algunos pacientes logran el embarazo en los primeros tratamientos, lo más frecuente es tener que pasar por distintas etapas, tratamientos y tener paciencia. Ante esta situación, puede aparecer una sensación de “túnel sin salida” y la incertidumbre sobre cómo atravesar el desafío.

-Aceptación: una vez que se asume la situación, y se acepta que es tan sólo un camino diferente al tradicional, surge la motivación para seguir adelante.

En este sentido, Villamil comenta que, en todas estas etapas, “es importante que quienes estén transitando el proceso lo hablen con sus parejas, o construyan una red de contención (como el caso de las mujeres que desean ser madres solas por elección), con la que compartan sus vivencias y cuando experimenten sensaciones, sentimientos y pensamientos complejos o difíciles de sobrellevar”.

 

Cambio de hábitos

Al momento de buscar un embarazo, especialmente si se trata del inicio de un tratamiento de reproducción asistida, es necesario implementar un cambio en los hábitos, principalmente, de alimentación y de consumo, de tabaco y alcohol. Un pilar importante en el cambio de hábitos es la práctica de actividad física.

“Los pacientes puedes ser aconsejados a que reconsideren su estilo de vida e introduzcan cambios en su conducta, que pueden tener un impacto positivo en su bienestar general y en el día a día”, relata Villamil, y agrega que “sin embargo cada persona sabrá y podrá decidir cómo gestionar el estrés y las emociones de un modo más eficaz, y para esto puede ser de gran ayuda un seguimiento y acompañamiento psicológico particular”.

Para hacer frente al estrés y a la ansiedad diarios, y también al causado por los tratamientos, puede resultar bastante útil desarrollar y practicar algunas técnicas de relajación física, como la técnica de mindfulness o la relajación muscular progresiva. La implementación de estos cambios y la utilización de estas estrategias puede exigir tiempo y motivación, pero es importante darle lugar.

 

Mantener el foco en la vida cotidiana

“Es importante que la infertilidad y los tratamientos no se conviertan en el único foco del día a día de los pacientes y que, principalmente, mantengan sus intereses y actividades diarias, y especialmente los placeres y hobbies que signifiquen la realización personal por fuera del proyecto de maternidad”, señala Villamil, de IVI Bs. As.

En paralelo con la infertilidad, las personas en un tratamiento de reproducción asistida deben enfocar sus vivencias y objetivos en otras áreas significativas de sus vidas. La vida social, profesional y de ocio siguen, y son momentos claves para recordar, en el caso de las parejas, lo que les hacía sentir unidos y cercanos antes de que desearan tener un hijo.

 

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