Se estima que 78 millones de recién nacidos corren mayor riesgo de morir cada año en el mundo porque no son alimentados con leche materna en las primeras horas de vida, según informó este martes la Organización de las Naciones Unidas.
Sólo dos de cada cinco bebés son amamantados inmediatamente después de nacer, advirtieron la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en un estudio que incluyó 76 países de bajos y medianos ingresos.
«Cuando se trata del comienzo de la lactancia materna, el tiempo lo es todo. En muchos países, incluso puede ser una cuestión de vida o muerte», dijo la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.
Las agencias de la ONU instaron a los gobiernos a brindar un mejor apoyo a las madres y trabajadores de la salud después del nacimiento, y a restringir la comercialización de fórmulas para lactantes que se utilizan como sustitutos de la leche materna.
El contacto entre la madre y el hijo inmediatamente después del nacimiento estimula la producción de leche, que es especialmente rica en nutrientes y anticuerpos.
Estudios anteriores demostraron que retrasar la lactancia materna entre dos y 23 horas aumenta el riesgo de muerte en un 33%.
Mientras que la lactancia materna instantánea es muy común en el este y el sur de África, menos de un tercio de los recién nacidos en el este de Asia y el Pacífico llegan a beber la leche de sus madres rápidamente.
El estudio citó varias razones por las que muchos bebés no son amamantados, incluida la práctica de tirar la primera leche materna y alimentar a los recién nacidos con agua azucarada o fórmula infantil.
El aumento en el número de cesáreas también ha llevado a una disminución en la lactancia materna, según la OMS y Unicef.