Alrededor de 600 mil personas por año mueren a nivel mundial por enfermedades causadas por la exposición al humo de tabaco ajeno. En ese sentido, especialistas destacaron la importancia de la aprobación de leyes de ambientes 100% libres de humo ya que «salvan vidas».
Así lo reveló un estudio publicado en la revista The Lancet que concluyó que «no existe» un nivel seguro de exposición a esta sustancia. De nombre «Carga de enfermedad por exposición al humo de segunda mano en todo el mundo: un análisis retrospectivo de los datos de 192 países», el informe brinda la primera evaluación mundial sobre el tema y constituye el fundamento del Informe 2009 de la Organización Mundial de la Salud sobre la Epidemia Mundial del Tabaco: implementación de ambientes libres de humo.
Según este trabajo, en todo el mundo, el 40% de los niños, el 33% de los hombres no fumadores y el 35% de las mujeres no fumadoras se encontraba expuesto al humo de tabaco ajeno en 2004.
De las 600 mil víctimas mortales, la exposición al humo de segunda mano causó 379.000 muertes por enfermedades cardíacas isquémicas; 165,000 muertes por infecciones del tracto respiratorio inferior; 63.900 muertes por asma, y 21.400 muertes por cáncer de pulmón.
Según un cálculo que mide los años perdidos debido a la falta de salud, las discapacidades o las muertes prematuras (DALY), la exposición al humo de tabaco ajeno ha hecho perder 10,9 millones de años en todo el mundo.
El 61% de DALY perdidos se produjeron entre los niños, principalmente debido a infecciones del tracto respiratorio inferior (5.939.000) y asma (651.000).
Para Marita Pizarro, neumonóloga y directora de proyectos de la Alianza Libre de Humo de Tabaco Argentina (ALIAR), el humo de tabaco es mortal. «Tenemos derecho a vivir en una ciudad que tenga leyes que nos garanticen una mejor calidad de vida para todos», indicó la especialista.
