Afirman que dos de cada tres muertes maternas son ocultadas en los centros de salud porteños

Los resultados del trabajo fueron presentados en la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Buenos Aires (SOGIBA). Los especialistas destacaron a su vez que no existen indicadores sobre cesáreas, fallecimientos fetales, ni tampoco un criterio para definir clases sociales.

Dos de cada tres muertes por causas maternas son ocultadas en los centros de salud porteños, según afirmaron especialistas al dar a conocer hoy los resultados preliminares de una investigación sobre historias clínicas.

Según se informó, por cada fallecimiento de mujeres en edad reproductiva registradas por causa materna (aborto, preclampsia y eclampsia, sepsis post parto, embarazo ectópico, hemorragia ante y postparto, embolia y complicaciones anestésicas), había dos decesos más a causa de los mismos motivos que no quedaron registrados como tales.

Los datos fueron presentados en un encuentro llevado a cabo en la sede de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Buenos Aires (SOGIBA), presidida por Jorge Vinacur. Surgen de la evaluación realizada por la comisión de Salud Pública de la institución, sobre más de 400 historias clínicas en establecimientos sanitarios públicos, de la seguridad social y privados, de mujeres fallecidas en edad reproductiva (15 a 49 años) durante 2008.

Sobre las cifras del trabajo, los disertantes señalaron que las diferencias regionales y sociales en salud sexual y reproductiva medidas por indicadores de mortalidad (materna, infantil, por cáncer de mama o uterino entre otros), se mantienen desde hace décadas.

«Las miradas actuales se dirigen a la organización del sistema de salud: los recursos del sistema no-público y público se destinan al tratamiento más que a la prevención», manifestó Vinacur, a la vez que consideró que «estos aspectos no deberían ser excluyentes».

Participaron también del encuentro Ana Coll, miembro de la Comisión Directiva; Alicia Lapidus, titular del Comité de Obstetricia, y Silvia Oizerovich, presidenta del Comité de Ginecología, todos integrantes de la institución.

Según manifestaron los expertos, los indicadores (excepto el daño extremo) prácticamente no existen y el subregistro de muertes maternas se mantiene inalterable pese a las modificaciones en los formularios. Por ejemplo, se ignora la frecuencia de cesáreas, de muertes fetales (más aún en los de menos de 500g) e incluso no hay un criterio definido para establecer clase social. Por otra parte, no hay registros de morbilidad y las tasas de hospitalización disponibles son sólo del subsector público, ya que el no-público no tiene obligación de informar.

«El subregistro marca una grave falta de calidad y es preciso que el Estado y los profesionales nos eduquemos y capacitemos para revertir esa situación que impacta en la calidad de atención de las personas», afirmó Vinacur.

La presentación del estudio, del que también participó la Dirección General de Estadísticas y Censos del Gobierno porteño, fue la antesala del 28º Congreso de SOGIBA, que se desarrollará del 3 al 5 de junio en la Ciudad de Buenos Aires cuyo lema es «Salud Sexual y Reproductiva: un desafío para todos».

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