Alerta en Berisso por un murciélago con rabia

Para prevenir la expansión de la enfermedad, autoridades sacrificaron a una gata que estuvo en contacto con el ejemplar infectado y vacunó a perros aledaños. La patología se transmite por mordidas de animales, ya que el germen está en la saliva.

Un murciélago con rabia puso en alerta a los vecinos de un barrio de Berisso y a las autoridades sanitarias de esa comuna, que tuvieron que sacrificar a una gata que había estado en contacto con el animal infectado.

Como medida preventiva, las autoridades organizaron un operativo de vacunación que incluyó a todas las mascotas de las viviendas ubicadas a 200 metros a la redonda de la casa donde apareció el murciélago.

La gata que tuvo que ser sacrificada, llamada «Daf», vivía desde hacía 8 años con Elida Méndez, una vecina de la calle 12 entre 156 Norte y 157, de Berisso. El lunes pasado, la mujer encontró a su mascota «jugando» con el animal en el patio de su vivienda, según lo señalado por el diario platense El Día.

De inmediato, se comunicó con Defensa Civil de ese municipio y en el organismo le recomendaron que capturara al murciélago y lo llevara a analizar al Instituto Antirrábico.
Así lo hizo, y al viernes siguiente la llamaron por teléfono de Zoonosis municipal de Berisso y le confirmaron el diagnóstico: el animal estaba enfermo de hidrofobia. Ese mismo día, personal de la repartición sanitaria retiró la mascota del hogar y la sacrificó.

De acuerdo con lo señalado, no se conocen por ahora los resultados de la muestra extraída del cerebro de la gata y que analiza Zoonosis Urbana de la Provincia, con centro de investigación en Avellaneda, para determinar si la mascota alcanzó a ser contagiada por el murciélago. Pero ante la falta de certezas, el felino debió ser sometido a una eutanasia como medida precautoria señalada en la ley Antirrábica de la Provincia, según indicaron los funcionarios de Salud de Berisso.

Además, se le sugirió a Méndez y sus convivientes «cumplir con el tratamiento antirrábico» y se implementó un «procedimiento preventivo» que se desarrolló entre el fin de semana y ayer y que consistió en la visita, casa por casa, de agentes de Zoonosis.

En ese marco, se vacunó a los perros y gatos de un perímetro de dos cuadras con punto de partida en la vivienda donde apareció el murciélago.

Además, la mujer ya se aplicó en el Centro de Salud Nº 25 de La Plata (único establecimiento de la Región donde se practica el tratamiento antirrábico en humanos) la primera de las nueve dosis de vacunas contra la hidrofobia.

La rabia, también llamada hidrofobia, es una enfermedad viral -producida por un «Rhabdoviridae»- que afecta al encéfalo. Definida como una zoonosis (enfermedad que transmiten los animales al hombre) es propia de los mamíferos y se contagia entre cualquiera de las especies de esa clase.

El germen suele hallarse en la saliva de los ejemplares infectados y las heridas de mayor riesgo -tras una mordedura- son las que se generan en la zona de la cabeza, pues desde ese sector del organismo el virus llega con más rapidez al sistema nervioso central, y tiene una letalidad cercana al 100%.

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