La Organización Mundial de la Salud (OMS), en conmemoración del Día Mundial sin Tabaco, decidió difundir los efectos que produce el humo en las mujeres, ya que no sólo padecen cada vez más problemas por el cigarrillo sino que también se han convertido en destinatarias preferenciales de las campañas publicitarias sobre el tabaco.
Es cierto que los efectos de fumar afecta más a los hombres, pero las mujeres (especialmente las más jóvenes) están sumándose masivamente al consumo de tabaco. Y son ellas las que, muchas veces sin darse cuenta, están más expuestas al humo del cigarrillo ajeno en sus hogares y en sus trabajos.
En todo el mundo, cada vez más personas del sexo femenino padecen cáncer de pulmón, enfisema, cáncer de boca y garganta causados por el cigarrillo en forma directa (es decir, por fumar) y también indirectamente, por inhalar el humo ajeno.
Cada año mueren un millón y medio de mujeres por el consumo de tabaco. Pero la cifra podría trepar a 2,5 millones de fallecidas en 2030 si no se toman medidas urgentes. En cuanto a los decesos por aspirar humo de segunda mano, 6 de cada 10 corresponden a personas del sexo femenino. mu
Las mujeres son el nuevo target de las empresas tabacaleras, ya que muchas de ellas asocian el cigarrillo con una mayor libertad para decidir y con un aura de glamour. También tienden a consumir cigarrillos «suaves” o «light”, al considerarlos erróneamente menos dañinos.
Cualquier persona que fuma incrementa el riesgo de padecer cánceres, infartos cardíacos y ataques cerebrovasculares. Pero lo cierto es que las mujeres están en mayor peligro de enfermar por el tabaco que los hombres, ya que el cigarrillo genera en ellas cáncer de cuello uterino y posiblemente también de mama.
Las que fuman enfrentan también problemas para concebir hijos. Por otra parte, consumir tabaco durante el embarazo aumenta el riesgo de tener un parto prematuro, además de elevar el riesgo de muerte fetal y neonatal. Incluso pueden padecer dificultades para dar de mamar a sus bebés.
En la Argentina, en el año 2000, la epidemia de tabaco había llegado a un pico, donde el 40,4% de los adultos consumía cigarrillos, casi el doble que en los Estados Unidos (23,6%). La prevalencia entre los profesionales de la salud también era preocupante, ya que el 30, 3% de los médicos y el 36,3% de los enfermeros fumaban.
La proporción de mujeres con el vicio en nuestro país es mucho más alta que en otros, al punto de que las adolescentes superan a los varones jóvenes en el consumo de tabaco. Además, en los últimos tiempos se observa un preocupante aumento en los cánceres de pulmón femeninos, relacionado con esta adicción.
Si se comparan las tasas de 1980 con las de 2008, se verifica que el cáncer de pulmón se ha duplicado en las mujeres argentinas. Mientras que en los hombres, las muertes por este padecimiento se redujeron un 2% anual desde ese año, en las mujeres se incrementaron un 1,7% .
De acuerdo con los expertos del Ministerio de Salud de la Nación, el cáncer de pulmón podría convertirse en la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres (el primero es el de mama).
En las jóvenes, la edad de inicio en el tabaquismo es cada vez más precoz, al punto de que ellas comienzan a fumar antes que los varones. Si hace cuatro décadas empezaban a fumar a los 28 años, hoy las chicas prueban los cigarrillos a los 13. Por otra parte, el porcentaje de las adolescentes fumadoras es mayor que la de jóvenes varones. El 27,3% de las chicas de 13 a 15 años consume tabaco, mientras que los jóvenes de esa edad con el vicio son el 21,1%.
Como si esto fuera poco, el 88,7% de los menores fumadores adquirió los cigarrillos en un negocio donde nadie le negó la venta debido a su edad. A las chicas argentinas, incluso, les resulta más fácil acceder al tabaco que a los varones, según la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes realizada en 2007 por el Ministerio de Salud de la Nación, junto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos.
Diversos estudios mostraron en los últimos años que el problema del tabaco no sólo atañe a los fumadores sino que también es asunto del resto de la población, ya que el humo ajeno puede causar graves enfermedades también en quienes no fuman. Se calcula que aumenta un 30% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Como las partículas de nicotina permanecen en el aire tiempo después de apagado el cigarrillo, el humo es considerado un contaminante ambiental. Ningún sistema de ventilación actual permite disminuir sus sustancias tóxicas. Por lo tanto, para conservar la salud es preciso que el 100% de los lugares donde la gente trabaja, estudia o pasa sus horas de ocio estén libres de humo.
Argentina, como más de 160 países, adhirió al Convenio Marco para el Control del Tabaco que impide la publicidad de la sustancia y promueve ambientes 100% libres de humo. Como el Convenio aún no ha sido ratificado en el ámbito parlamentario, en algunos lugares del país todavía se permite prender un cigarrillo en lugares públicos.
Pero no hay dudas de que todas las jurisdicciones se encaminan hacia el cumplimiento de las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para eliminar el humo nocivo de todos los espacios públicos y de trabajo.
El Programa Nacional de Control del Tabaco del Ministerio de Salud fomenta la creación de ambientes completamente libres de humo de cigarrillo. En este sentido, apoya la declaración de municipios, bares y restaurantes 100% libres de cigarrillo.
Cada vez más localidades del país asumen este compromiso. En las provincias de Santa Fe y Tucumán, todos los lugares públicos y restaurantes son 100% libres de humo, mientras que en Buenos Aires y Neuquén se habilitan sectores para fumadores separados estructuralmente de los lugares habilitados al público general.
Durante el invierno, hay que recordar que el humo del cigarrillo afecta especialmente a los niños y a quienes padecen enfermedades respiratorias como el asma.
También es fundamental que los hombres tomen conciencia de los daños que produce el humo del tabaco en las mujeres con las que conviven o trabajan. Ayudar a educarlas sobre las estrategias de la industria para convencerlas sobre fumar, y alertarlas sobre los peligros del consumo de tabaco son dos acciones primordiales en este 31 de mayo, Día Mundial Sin Tabaco, finaliza el comunicado de la OMS y de la cartera de salud.