Argentina planteó en la ONU políticas de «no indiferencia» frente a la pandemia de VIH/sida

La pandemia del sida «requiere una respuesta mundial excepcional y amplia», que considere que la difusión del virus «es a menudo una causa y una consecuencia de la pobreza y la desigualdad» y que erradicarlo «en todas sus formas es una condición indispensable para el desarrollo sostenible», afirmó ayer el vicecanciller, Carlos Foradori, en la sesión de Naciones Unidas que trata el tema, donde planteó una política de «no indiferencia».

Argentina «está convencida de que el compromiso mundial de poner fin a la epidemia del sida, al que aspira la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible», es «una oportunidad sin precedentes para terminar con uno de los problemas de salud más devastadores de la actualidad», dijo el diplomático en la sede de la ONU en Nueva York, informó un comunicado de la Cancillería.

El país está desarrollando «un principio que aspiramos oriente nuestra acción internacional en toda geografía y en todos los capítulos de la agenda global: el principio de no indiferencia» ante «el sufrimiento y los padecimientos» que causan «la guerra, los desastres naturales y las epidemias como la del sida», señaló.

Acceso universal a una cobertura de salud, a sistemas de protección social e inicio temprano del tratamiento con antiretrovirales son «fundamentales» para la inclusión, la integración, la protección de las personas con VIH/sida por lo que contar con «medicamentos de calidad asequibles es una condición sine-qua-non para poner fin a la epidemia», advirtió Foradori.

Eso -apuntó- requiere que «la comunidad internacional en su conjunto, los Estados, el sector privado, la academia y la sociedad civil «multipliquen esfuerzos, recursos financieros y cooperación «en transferencia de tecnologías e inversión en investigación y desarrollo».

El vicecanciller expuso las acciones y políticas que sostiene el país ante el sida y destacó que la delegación argentina ante el plenario de Naciones Unidas que aborda el tema (Ungass) «esté integrada por un gran número de representantes de organizaciones de la sociedad civil» y por la primera funcionaria trans del país, Mara Pérez Reynoso, a cargo del área de Diversidad del Ministerio de Seguridad de la Nación.

Foradori convocó a adoptar «un enfoque transformador e inclusivo dirigido absolutamente a todos», mujeres, chicos, adolescentes y jóvenes, particularmente a quienes usan drogas, trabajadores sexuales, gays, transgénero y a las personas privadas de la libertad, que «están especialmente expuestos, no sólo al virus mismo, sino también a múltiples formas de estigma, discriminación, violencia y exclusión».

El gobierno argentino «está preocupado, no sólo por el sujeto sino también por el predicado. No basta solucionar los problemas que produce este flagelo, sino poner sus más preciados valores en acciones concretas de prevención», instó Foradori en la sesión especial de la asamblea general de la ONU.

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