Arritmias: “Oberto tomó la decisión correcta”

Por Celina Abud.- Así lo dijo el deportólogo Ricardo Bermúdez en diálogo con DocSalud.com, tras el retiro de basquetbolista por cuestiones de salud. Aseguró que el básquet y el rugby son dos de las disciplinas más riesgosas por su alto impacto.

El basquetbolista Fabricio Oberto anunció su retiro aludiendo arritimias. Considerado el mejor argentino en su puesto, el pívot cordobés de 35 años, que se desempeñaba en el equipo estadounidense Trail Blazers, tomó la decisión tras sufrir palpitaciones recurrentes, mareos y vértigo durante un partido. Entre sus antecedentes figuran un procedimiento llamado ablación cardíaca, realizado para solucionar sus alteraciones en el ritmo de su corazón.

 

“Considero que la decisión de Oberto fue correcta si sus arritmias se agravaron. El básquet es un deporte de alto impacto, con un ritmo intenso porque los partidos se juegan seguido y más si se trata de la NBA”, sostuvo en diálogo con DocSalud.com el Dr. Ricardo Bermúdez, médico deportólogo y traumatólogo del Consultorio Integral de Medicina del Deporte.

 

En palabras del experto, existen disciplinas más exigentes y peligrosas si del corazón se trata, entre ellas el rugby y el básquet. Pero por fuera del ejercicio elegido,  “las arritmias son muy peligrosas y más si se practica un deporte”, por lo que el paciente “debe estar constantemente vigilado por el médico”, puntualizó Bermúdez.

 

Características y causas

 

La arritmia es una irregularidad en el ritmo cardíaco que se da cuando las conducciones eléctricas están alteradas. Sus síntomas pueden abarcar palpitaciones, mareo, vértigo y dolor torácico. Cuando el órgano vital late rápido, a más de 100 palpitaciones por minuto, se le da el nombre de taquicardia, y cuando la frecuencia es inferior a 60, recibe el nombre bradicardia.

 

Sus causas, en palabras del especialista “pueden ser variadas”, entre ellas “las patológicas, no atribuibles a ninguna cuestión específica” y “las fisiológicas, que pueden ser darse una anemina, alteraciones orgánicas o por taquicardia deportiva, lo que recientemente sufrió Oberto”, señaló el especialista.

 

Exámenes previos y detección

 

Para llegar a un diagnóstico, el paciente debe realizarse un simple electrocardiograma. “Pero si el médico posee la sospecha de una arritmia peligrosa se puede colocar un holter 24 horas”, que se utilizan para monitorear la actividad cardíaca del paciente mientras realiza sus actividades diarias, fuera del consultorio. Las alteraciones más riesgosas pueden provocar tanto un derrame como la falta de bombeo de sangre al órgano vital.

 

“Pero si se considera que la arritmia está relacionada con el deporte siempre se debe realizar una ergometría, es decir, realizar un electrocardiograma con esfuerzo, mientras el paciente corre en una cinta o en una bicicleta fija”, detalló Bermúdez.  

 

En palabras del médico, la especialidad a la que pertenece “avanzó muchísimo, ya que años atrás, quienes querían practicar una disciplina tan exigente como el básquet sólo debía realizarse tres exámenes: una placa de tórax, un hemograma completo y un electrocardiograma; pero en la actualidad, a estas pruebas se le agregó un ecocardiograma (ecografía del corazón) y una ergometría (prueba de esfuerzo)”. 

 

El procedimiento quirúrgico de Oberto

 

En junio de 2009, las arritmias obligaron al deportista cordobés a realizarse una ablación cardíaca, un procedimiento en el cual mediante unos catéteres que entraron por la ingle y el cuello buscaron detectar las áreas en donde estaba el problema eléctrico del corazón. Luego destruyeron las zonas afectadas con pequeños electrodos. En ese entonces, el pívot declaró sentirse tranquilo por haber solucionado definitivamente su problema. Sin embargo, Bermúdez aclaró que si bien estas intervenciones dan una respuesta en el corto plazo, “las arritmias siempre vuelven”.

 

Es por ese motivo que el médico coincide con la elección de Oberto, que en declaraciones a la prensa declaró “priorizar su salud y su familia por sobre el deporte”. Por último selñaló que para quienes padecen este tipo de afecciones, “existen ejercicios más recomendables y de menor impacto, como las caminatas y el trote”, pero aclaró que “toda actividad debe estar realizada bajo la supervisión de un médico que verifique la evolución y brinde cuidados contínuos”

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