Practicar yoga de forma frecuente protege contra problemas cardíacos, especialmente a aquellas personas que no pueden realizar ejercicios más vigorosos, según un estudio holandés.
Una revisión en Holanda de 37 estudios que involucraban a cerca de 3.000 personas concluyó que seguir la disciplina está vinculado a una reducción de factores de riesgo cardiovasculares, incluida la presión sanguínea y el colesterol. Sin embargo, estos ejercicios no suelen estar recomendados por las autoridades sanitarias como actividad física semanal para mejorar la salud.
El yoga es una antigua forma de ejercicio que se enfoca en la fuerza, flexibilidad y respiración para mejorar el bienestar físico y mental de la persona.
Existen distintos tipos de yoga, incluido el tántrico, el Hatha o el Ashtanga, pero ninguno de ellos es suficientemente enérgico como para contar entre los 150 minutos de actividad aeróbica moderada que el gobierno recomienda por semana para mantenerse en forma y sano.
El yoga tampoco cuenta como ejercicio de fortalecimiento muscular, que según las recomendaciones sanitarias debería realizarse al menos dos días a la semana.
Myriam Hunink, del Centro Médico de la Universidad Erasmus en Rotterdam, buscó investigar qué efectos tiene el yoga en la salud del corazón.
De acuerdo al estudio, publicado en la revista especializada European Journal of Preventive Cardiology, comparado con no hacer ningún ejercicio, el yoga tiene beneficios significativos, ya que está vinculado a menores riesgos por obesidad, de alta presión sanguínea y alto colesterol.
Al compararse con otros tipos de ejercicio, como una caminata a paso rápido o jogging, el yoga no es mejor o peor en cuanto a los factores de riesgo cardíacos.
«Estos resultados indican que el yoga es potencialmente muy útil y en mi opinión vale la pena analizarlo como práctica contra estos riesgos», declaró Hunink.
No está claro por qué el yoga sería beneficioso, pero los expertos consideran que podría deberse a su efecto calmante.
El estrés es un factor de riesgo identificado por problemas cardíacos y de alta presión sanguínea.
Maureen Talbot, experta de la Fundación Cardíaca británica, afirmó que los beneficios del yoga «podrían deberse al trabajo de los músculos y la respiración, que llevan más oxígeno al cuerpo, llevando a una mejor presión sanguínea» y agregó que los aspectos de esos ejercicios en la salud emocional «están bien documentados».
«De todos modos recomendamos un estudio más amplio para evaluar más en profundidad los efectos del yoga», continuó.