Rockets un personaje de la película “Guardianes de la galaxia”, dice una frase que me parece genial: “No hay nadie igual a mi excepto yo”. Sin embargo, con frecuencia vienen los alumnos y me dicen que quieren tener el cuerpo de Pampita o los abdominales de Christian Sancho.
¿Cuántas veces te quedaste mirando un video en las redes de diferentes productos que, como por arte de magia, te van a dejar “más linda que nunca «, aparatos que siempre podrás guardar debajo de la cama y que podés usar mientras mirás la tele, máquinas que te dan frio, calor o vibraciones que van a hacer que tengas ganas de «ir a la playa sin remera”?
¿Cuántas veces te dieron ganas de comprar esa «botellita mágica» que tu Instagramer favorita (que vive entrenándose) toma y que, según dice, gracias a eso tiene el cuerpazo que no se cansa de mostrar a sus seguidores?
Cuando algún alumno me pregunta si es aconsejable tener una bici fija en su casa, yo respondo que solo en el caso de que quiera tener un perchero carísimo.
Todos sabemos que la voluntad es bastante escasa entre nosotros, pero, cuando tenés un objetivo es el combustible más necesario. Debemos ser felices con cada logro que nos acerque a la meta: hay personas para las que poder levantarse de la cama y caminar hasta el baño es lo mismo que para otras correr una maratón, bajar 15 kilos o recuperarse de una lesión.
Lo que yo les puedo sugerir desde este lugar es: ¡No hagan locuras! Cada persona y cada objetivo necesitan de un plan de entrenamiento y una guía.
Cuando estoy trabajando con alguno de mis alumnos en la costa o en alguna plaza siempre veo una gran cantidad de » entusiastas» que ponen en riesgo su salud haciendo ejercicios inadecuados o entrenando con «profes» que no aconsejan ni cuidan a sus alumnos porque priorizan la cantidad y no la calidad.
Como nunca me canso de decir, entrenar solo se trata de sentirse mejor. Si vos ya definiste tu objetivo, buscá la forma más segura y placentera de alcanzarlo. No hay recetas mágicas, se necesita trabajo, esfuerzo, compromiso, voluntad y seguridad para evitar lesiones.
Sin dudas, en cada clase te vas a preguntar «¿quién me mandó a meterme en esto?“. Pero te puedo asegurar que después de cada clase te vas a sentir mejor y más cerca de tu objetivo. He tenido alumnos que vinieron con cara de muy pocos amigos e, invariablemente, se van sonrientes después de cada clase.
Sin dudas, entrenar te hace bien: te suben las defensas, te cambia el humor, es un antidepresivo natural y hasta te hace bajar la cuota de algunas prepagas.
Como dice Rockets, “ho hay nadie igual a mi excepto yo”. Y como vos, tampoco. Vamos, salí de ese sillón sedentario y preparate. Hay mucho por hacer y lograr.
*Alfredo Roldán es personal trainer.