La Internacional Osteoporosis Foundation (IOF) informó que dos tercios de las fracturas vertebrales causadas por esa enfermedad no son reconocidas a tiempo por los médicos y advirtió que la demora del tratamiento aumenta la posibilidad de que una de cada cinco mujeres sufra otra lesión dentro de los doce meses siguientes.
John Kanis, presidente de la IOF, afirmó que «el amplio subdiagnóstico y la falta de tratamiento de las fracturas vertebrales deja a millones de personas en todo el mundo con dolor crónico, deformidad, incapacidad y un alto riesgo de fracturas en el futuro».
La osteoporosis es una enfermedad que disminuye la cantidad de minerales en los huesos por un defecto en la absorción del calcio, lo cual que los vuelve quebradizos y susceptibles a quiebres.
«Comúnmente se asocia a las fracturas con la osteoporosis en mujeres que ya pasaron su menopausia», dijo José Zanchetta, director científico de la IOF para América Latina.
Sin embargo, «las jóvenes sanas también se fracturan por causas no traumáticas y eso puede ocurrir por una ingesta de calcio que no llega a cubrir los requerimientos nutricionales mínimos», alertó. A su vez agregó que estas lesiones se observan en “chicas jóvenes embarazadas y en madres que amamantan y no se alimentan de forma adecuada”.
Harry Genant, profesor de la Universidad de California, sugirió en su informe «Fracturas Vertebrales» que los médicos deben buscar evidencia de estos daños, especialmente en los pacientes mayores de 50 años. Los tres signos reveladores de la lesión son: espalda encorvada, pérdida de altura y un dolor súbito y agudo de espalda.
Las repercusiones de las fracturas en el área pueden ser graves y llevar a situaciones de inmovilidad, depresión, aumento del número de días en cama, reducción de la función pulmonar e incluso muerte prematura.
A nivel mundial se estima que se produce una fractura vertebral cada 22 segundos y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los quiebres por osteoporosis aumentarán notablemente en las próximas décadas a medida que la población envejezca.
Para detectarlas a tiempo e iniciar un tratamiento contra la osteoporosis se deben realizar estudios de densidad ósea e informes radiológicos, que identifiquen claramente su presencia.
La enfermedad ósea además de contar con un tratamiento médico que incluye medicación conocida como fijadores de calcio, requiere de una alimentación que incluya alimentos ricos en ese mineral que está muy presente en los lácteos.
En la Argentina, la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud de 2007 indicó que el 94,3% de las mujeres argentinas de 10 a 49 años de edad tienen una ingesta inadecuada de calcio.
La media de ingesta en la muestra nacional fue 367 miligramos en lugar de los 1.000 recomendados. En tanto, en las embarazadas, el consumo promedio del mineral fue de 446 miligramos diarios, observándose un déficit en el 88,5% de los casos analizados.
Laura Gear, del Instituto de Investigaciones Metabólicas (IDIM), señaló que «una mujer adolescente, embarazada o amamantando necesita al menos 1.300 miligramos diarios de calcio, que se obtienen con un trozo de queso fresco, un yogur fortificado con calcio y leche para cortar infusiones».
Además, es necesario realizar actividad física en forma regular y recibir vitamina D, ya sea mediante una exposición diaria de unos 15 minutos al sol o con suplementos vitamínicos.
