En abril de 2013, durante la Cumbre Mundial de Vacunación, líderes internacionales dieron su apoyo al Plan Estratégico 2013-2018 elaborado por la Iniciativa Global para la Erradicación de la Polio (GPEI, por sus siglas en inglés). Se comprometieron, además, a aportar 4.000 millones de dólares para su implementación. A un año de este acontecimiento clave para terminar con la enfermedad, el mundo celebra los avances logrados y reevalúa los enormes desafíos pendientes.
Gracias al esfuerzo de los Estados, de las diversas organizaciones públicas y privadas que participan de la iniciativa, y de tres millones de oficiales de vacunación que dieron todo para llegar a las áreas más remotas e inaccesibles, la Región del Sudeste Asiático de la OMS obtuvo la certificación “libre de polio”. Se trata de un gran paso adelante en el camino hacia la erradicación, ya que, por primera vez en la historia, el 80% de la población mundial vive en zonas no afectadas por la enfermedad.
Asimismo, es alentador el progreso que registran Afganistán y Nigeria, dos de los tres países aún endémicos. Allí, los casos de polio disminuyeron, en relación con 2012, en 62 y 57%, respectivamente. Sin embargo, persisten en Pakistán las barreras de acceso a las vacunas, sobre todo en la región noroeste, reservorio final de la enfermedad. En total, los casos aumentaron un 60% en 2013. Así, no solo se encuentran en riesgo los niños que viven allí, sino también los de otras regiones.
Por otra parte, durante el último año se registraron brotes en diferentes regiones, como el Cuerno de África, Camerún y Guinea Ecuatorial. Asimismo, el pasado 30 de marzo, Irak reportó el primer un caso de polio relacionado con el resurgimiento de la infección en el Medio Oriente. Durante la semana siguiente, los socios de GPEI lanzaron campañas de vacunación en ese país, en Siria y en Egipto, con el fin de llegar a más de 20 millones de niños. La diseminación de la infección por fuera de Siria fue siempre un motivo de preocupación, debido a los movimientos migratorios. Por este motivo, desde el inicio del brote las acciones de inmunización incluyeron a ese país y varios de sus vecinos.
El resurgimiento de la polio recuerda la urgencia de erradicar la transmisión en los últimos reservorios y de incrementar la inmunización en los países que aún están en riesgo de volver a tener casos de la enfermedad. Por eso, el programa continúa sus esfuerzos para asegurar que todos los niños accedan a las vacunas. Si bien la fase final de la erradicación es la más difícil, con iniciativas innovadoras y la incorporación de nuevos socios, el mundo podrá cumplir el objetivo de librarse de la polio en 2018.
Fuente: Iniciativa Global para la Erradicación de la Polio (Global Polio Erradication Initiative, GPEI). Difundido a través de FUNCEI y FIDEC.