Con tan sólo 50 centavos de dólar los países ricos podrían ayudar a combatir las enfermedades tropicales a los países pobres, según un editorial publicado hoy en la revista PLoS Neglected Tropical Diseases.
El doctor Peter Hotez, presidente de la sociedad estadounidense de medicina tropical, reclama más atención a las enfermedades desatendidas conocidas como NTD, por su sigla en inglés.
Hotez considera que estos padecimientos manifiestan la pobreza cíclica que viven algunos países y advierte que estas infecciones afectan al desarrollo cognitivo de los niños que los sufren, reducen sus oportunidades educativas e impiden a las personas vivir vidas económicamente productivas y sin pesadumbre.
Mas del 30% de las personas que están en riesgo de padecer alguna infección NTD como chagas, esquistosomiasis (una enfermedad parasitaria producida por gusanos) residen en países islámicos. El 25% viven en países de mayoría católica y entre el 20 y el 25% vive en la India, predominantemente hindú.
El doctor Hotez señala que la iglesia Católica y las ONG católicas han demostrado su capacidad y deseo para invertir en programas contra las NTD y la red que tienen desplegada en los países puede ser una buena plataforma para que los Gobiernos realicen planes para combatir estas enfermedades.
«El impacto en la gente es el mismo, no importa la afiliación religiosa que tengan», dijo para luego agregar que «el denominador común que tienen estas enfermedades en todos los países es la extrema pobreza».
El director del departamento de microbiología, inmunología y medicina tropical de la Universidad George Washington señala que los países con altas tasas de prevalencia de estas enfermedades tienen que gastar más en servicios de salud y se ven afectados por la disminución de la productividad económica.
«Actualmente hay una oportunidad para los países para incrementar sus apoyo para el control de las NTD con programas de medicinas de bajo costo, que tienen un precio de 50 centavos por persona», asegura.
Hotez hace un llamamiento a aumentar la colaboración con los grupos de base para que tanto los países donantes como los Gobiernos de los países afectados tomen mayores medias de control de las NTD y programas de erradicación de estas enfermedades.
