La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que se alcanzó el objetivo de aislar y tratar al 70 % de infectados de ébola y realizar el 70 % de entierros seguros en Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry, donde la transmisión del virus se redujo notablemente.
Bruce Aylward, director general adjunto de la Organización a cargo de la respuesta operacional a la epidemia, realizó el anuncio el Ginebra.
El objetivo se consiguió en el plazo previsto de 60 días, tras haber sido formulado públicamente a principios de octubre.
Aylward comparó la situación que se vivía hace dos meses -cuando los casos de ébola aumentaban de manera exponencial, sin camas suficientes para recibir a los enfermos ni equipos entrenados para enterrar de forma segura a los fallecidos-, y la actual, en la que se observa una disminución del ritmo de transmisión en los tres países, con excepción de la región occidental de Sierra Leona.
«Ahora estamos en un lugar muy diferente al de hace 60 días», declaró el responsable de la OMS para detener la epidemia, quien dijo haber visitado en los últimos dos meses casi cada lugar donde se han registrado casos de ébola en los países afectados para conocer la situación.
«La buena noticia es que en los tres países estamos a más del 70 % de entierros seguros, porque en los últimos 60 días se han duplicado los equipos, que han pasado de 100 a 202», con una cobertura que está cerca de cubrir las necesidades totales, declaró.
Sobre el aislamiento y tratamiento de enfermos, declaró que los centros de tratamiento y comunitarios para atender a los enfermos en Liberia y Guinea están recibiendo más del 70 % de casos reportados, mientras que en Sierra Leona se consiguió en parte esa cobertura, con excepción de la región occidental.
Allí, reconoció el experto, «la enfermedad está realmente progresando», aunque se mostró confiado en que la tendencia se invierta «en un par de semanas, con camas adicionales».
En los últimos dos meses, el número de camas para casos de ébola pasó de 267 a 650 en Sierra Leona, de 480 a cerca de un millar en Liberia y se ha mantenido estable, con alrededor de 200, en Guinea Conakry.
Para la OMS, el cambio se refleja en que los casos dejaron de multiplicarse a un ritmo exponencial y que en algunas zonas incluso disminuyeron, como en buena parte de Liberia, en el este de Sierra Leona y en varios distritos de la capital de Guinea, Conakry.
Si a principios de octubre el número de casos era de 1.000 por semana, ahora están en torno a los 1.100, lo que refleja, en buena cuenta, una estabilización de la epidemia, tarea lo que los expertos consideraban la prioridad más urgente.
No obstante, Aylward evitó en todo momento cantar victoria y enfatizó que en cada uno de los tres países todavía hay lugares de alta transmisión del virus, con la preocupación que se centra ahora en Sierra Leona.
En Guinea, el problema a superar es la concentración de camas en sólo dos lugares, lo que no corresponde a la realidad de casos extendidos por todo el país, donde los enfermos no tienen la posibilidad de recorrer largas distancias para ser atendidos.