Cada año, unas 358.000 mujeres mueren innecesariamente por complicaciones durante el embarazo o el parto alrededor del mundo. Una de las metas del quinto Objetivo para el Desarrollo del Milenio (ODM5), propuesto por la Organización Mundial de la salud (OMS), es el de reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes para el 2015. En el Día Internacional de la Mujer, la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) señaló en un comunicado oficial que mediante la provisión de atención obstétrica de urgencia, tanto en las crisis humanitarias crónicas como en las agudas, es posible salvar muchas vidas y lograr un impacto directo en el ODM5.
La organización médico-humanitaria Presentó en su web un informe sobre la difícil situación que afrontan las embarazadas en 12 de los países donde trabaja. Además, dio la voz de alarma para que en lugares como Pakistán, Somalia, Sudán del Sur o Haití se preste una mayor atención a la asistencia obstétrica de urgencia, particularmente cuando surgen complicaciones médicas.
«Sabemos que un 15% de todos los embarazos presentan complicaciones que pueden acabar con la muerte de la madre», afirmó Olivia Hill, referente de Salud Sexual y Reproductiva de MSF.
«Estas mujeres necesitan acceso a atención obstétrica urgente de calidad, vivan en el lugar que vivan. Es una realidad a la que hay que enfrentarse por igual, ya sea en un hospital moderno de una gran ciudad o en los hospitales que están en zonas de conflicto, campos de refugiados, o en lugares que hayan sufrido el más devastador de los terremotos», repuso.
Según OMS, algunos países de Asia sudoriental o del Norte de África, con una elevada mortalidad materna y neonatal, han registrado progresos en la prestación de atención competente a las mujeres durante el embarazo y el parto. Sin embargo, en el África subsahariana, una de cada 22 mujeres corre riesgo de morir durante el embarazo o el parto en algún momento de su vida, cuando en los países desarrollados esa proporción es de una de cada 8000 mujeres.
Cada día, unas 1.000 mujeres mueren durante el parto o por complicaciones asociadas al embarazo, según cifras del organismo internacional. Sin embargo, cuando se cuenta con la ayuda de matronas calificadas y se tiene acceso a la medicación adecuada y los equipamientos necesarios, se pueden salvar las vidas de muchas madres y de sus bebés.
El momento más crítico es el parto, ya que la mayoría de las muertes maternas ocurren en los momentos previos, durante el mismo o en los instantes inmediatamente posteriores. A menudo, las complicaciones que surgen no pueden predecirse, pero con una atención médica adecuada se puede evitar un altísimo porcentaje de defunciones.
Como organización presente en lugares donde se producen las mayores emergencias, MSF lleva 40 años luchando para tener un impacto inmediato y significativo en la reducción de la mortalidad materna y en el desarrollo de capacidades técnicas y logísticas para poder aportar atención obstétrica vital y gratuita en los lugares donde trabaja. Durante 2010, la organización asistió más de 150.000 partos en sus programas alrededor del mundo.
«Es una tragedia que sigamos viendo tantas mujeres morir en el parto, a pesar de que sabemos que la provisión de atención obstétrica de calidad reduce enormemente el número de muertes», añadió Hill. «Debemos recordar que una muerte materna es una muerte evitable», concluyó.
