DR. SEBASTIáN WUSTTEN – NEUMONóLOGO DE LA AAMR |

Cinco preguntas frecuentes sobre EPOC

La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es reconocida como la que “quita el aire”. Su principal causa es el tabaquismo, aunque no es la única. Todo sobre esta dolencia.

El 18 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), una dolencia que se caracteriza por provocar dificultad para respirar. Para saber cómo afecta a los argentinos, Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) en conjunto con el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER- Emilio Coni) que depende del Ministerio de Salud de la Nación, trabajó durante dos años  en el estudio EPOC.AR, que permitirá determinar cuántas personas adultas de 40 o más años que viven en el país la sufren y cuyas conclusiones se difundirán a fines de este año en el 43° Congreso Argentino de Medicina Respiratoria. Pero más allá de los estudios, existen preguntas sencillas que aclaran el panorama de esta dolencia. Aquí, las respuestas.

¿Qué es?

La EPOC es una enfermedad respiratoria que se caracteriza por la dificultad para respirar ocasionada por obstrucción a nivel pulmonar. Se manifiesta con falta de aire, tos, catarro bronquial y silbidos en el pecho. Tiene una relación directa con el consumo de tabaco y es la tercera causa de muerte global por enfermedades no transmisibles luego de los trastornos cardiovasculares y cerebrovasculares. La EPOC limita la vida diaria pero es prevenible y tratable.

 ¿Cómo se origina?

La principal causa es el tabaquismo. Cuanto más fuma una persona, mayor probabilidad tendrá de desarrollar EPOC. Otras menos frecuentes son aspirar humo de leña en ambientes cerrados, inhalar sustancias químicas, humo o polvos en el lugar de trabajo, y también raramente un defecto genético en personas que carecen de una enzima llamada alfa-1-antitripsina.

¿Cuáles son sus síntomas?

En un inicio la persona puede no tener manifestaciones relevantes, por eso la ausencia de síntomas no es un indicador de no padecer esta enfermedad. Con el paso de los años aparecen sus manifestaciones clínicas más comunes que son: sensación de falta de aire,  fatiga  o dificultad respiratoria, tos con producción de secreciones bronquiales y a veces silbidos en el pecho. Cabe destacar que la EPOC no sólo afecta al aparato respiratorio sino que también repercute en otros órganos y empeora enfermedades cardiovasculares y musculoesqueleticas, entre otras.

¿Cómo se diagnostica?

Mediante la espirometría, un estudio indoloro, rápido y sencillo, que permite conocer la salud pulmonar, al medir los flujos y capacidades del pulmón, a través de un soplido. Se recomienda realizar la prueba a todo paciente mayor de 40 años que fuma o fue fumador. Un gran número de hospitales y centros médicos disponen de este estudio. También se realizan  campañas de detección de EPOC con espirometrías gratuitas a pacientes  en riesgo.

 ¿Qué hacer cuando se diagnostica la enfermedad y cómo prevenirla?

Al ser una enfermedad crónica, no se cura, pero existen muchas opciones de tratamientos farmacológicos y no farmacológicos para todas las etapas de la EPOC, que tienen como objetivo mejorar la calidad de vida y evitar su progresión. Dejar de fumar constituye la intervención más importante de prevención y control, ya que de esa manera se evita que progrese el daño pulmonar. Nunca es demasiado tarde para dejar de fumar y para tratar la EPOC. Su médico puede ayudarlo por eso recomendamos consultar  a un neumonólogo.

*EL Dr. Sebastián Wustten pertenece a la Sección de Enfermedades Obstructivas  de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.

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