La 19° Conferencia Internacional sobre Sida se inició oficialmente ayer en Washington con 25.000 participantes de al menos 190 países que buscan una nueva movilización mundial para erradicar la pandemia que provocó la muerte de 30 millones de personas en los últimos 30 años.
Desde esta mañana, sin embargo, ya tuvieron lugar numerosas sesiones en el Palacio de los Congresos de Washington, donde se desarrollará la conferencia hasta el 27 de julio.
Es la primera vez en 22 años que este gran coloquio sobre el sida, que tiene lugar cada dos años, se realiza en EEUU, que en 1990 prohibió el ingreso a seropositivos. Esta medida fue levantada en 2009 por el presidente Barack Obama.
Dirigentes de 20 multinacionales hicieron un llamado este domingo a los 46 países que continúan imponiendo diferentes tipos de restricciones de ingreso a los que viven con el virus, entre ellos Egipto y Singapur, para que terminen con ellas.
El sábado de noche fue organizada una gala para honrar a Bill Gates, el fundador de Microsoft, por su acción en la lucha contra el sida con su fundación, que ha donado más de 2.500 millones de dólares a diversas organizaciones que combaten la infección por el virus del sida (HIV).
«Tenemos potencialmente los medios para acercarnos al fin del sida», declaró Gates, quien citó las nuevas investigaciones sobre una vacuna o las terapias antirretrovirales. «Soy optimista: estamos poniendo a punto nuevas herramientas y pondremos fin al sida trabajando juntos», agregó.
En el mismo sentido se pronunciaron varios expertos que participan del foro. «Por primera vez pensamos que podemos declarar el comienzo del fin de la pandemia», dijo ante la prensa Diane Havlir, profesora de medicina de la Universidad de California de San Francisco, y copresidenta de la Conferencia del Sida de 2012.
El mismo optimismo muestra Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID): «Comenzamos realmente a darnos cuenta de que es posible actuar sobre la infección y cambiar la trayectoria de la pandemia”, incluso cuando todavía no se puede curar, explicó.
El virólogo basa sobre todo sus esperanzas en los recientes resultados de ensayos clínicos que revelan que los antirretrovirales permiten también reducir fuertemente el riesgo de infección en personas sanas, y no solamente controlar el virus en aquellas que están infectadas.
Para el doctor Gottfried Hirnschall, encargado del informe del sida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esto «constituirá probablemente el centro de las conversaciones de la conferencia».
La Sociedad Internacional de Antivirales convocó precisamente el domingo a todos los adultos que viven con el virus a que se traten inmediatamente con medicamentos antirretrovirales en lugar de esperar a que su sistema inmunológico se debilite, en el primer llamado de este tipo lanzado por una organización global.
El grupo se basa en nuevos datos emanados de experimentaciones con drogas llevadas a cabo en los dos últimos años y que han conducido a «una actualización de las pautas de tratamiento antirretroviral en adultos infectados por el VIH en entornos ricos en recursos».
«Revertir la tendencia de la pandemia para lograr una generación libre de sida», es por otro lado el tema principal de la conferencia.
En declaraciones a la prensa durante el primer día de la Conferencia, Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Alérgicas e Infecciosas, dijo que la ciencia tiene las herramientas necesarias para combatir el VIH/sida.
«El hecho sigue siendo que ahora mismo, 31 años después de que se informara de los primeros casos, no hay excusas científicas para decir que no podemos hacerlo», señaló Fauci.
«Lo que ahora necesitamos es la voluntad política, organizacional e individual, para implementar lo que la ciencia nos ha dado», opinó.
Los investigadores estiman que el arsenal terapéutico disponible después de 20 años permite prever el fin de la pandemia, que sigue provocando cerca de 1,5 millón de muertos cada año. Esta esperanza se fortaleció por los recientes ensayos clínicos que muestran que los tratamientos pueden reducir el riesgo de transmitir el virus y drogas antirretrovirales usadas cuando las personas aún están sanas pueden ayudar a disminuir el riesgo de ser infectado.
Se han logrado avances importantes, ya que según ONUSIDA, más de 8 millones de personas con el virus tomaban antirretrovirales a fines de 2011 en los países pobres. Pero este número récord representa el 54% de los 15 millones de personas infectadas que los necesitarían.
La brecha entre los recursos disponibles y los considerados necesarios para luchar contra la devastadora enfermedad sigue siendo el mayor motivo de preocupación para los responsables sanitarios en un contexto de restricciones presupuestarias y de débil crecimiento económico mundial.
La ONU fijó el objetivo de 24.000 millones de dólares para las contribuciones, es decir 9.000 millones más que los 15.000 destinados en 2010.
«Incluso con las estrategias y las herramientas más innovadoras, atacar a la pandemia del sida y hacerla recular fracasará sin el aumento de los recursos y sin una disminución del precio de los antirretrovirales», advierte la organización Médicos Sin Fronteras en un estudio publicado en la revista Science del 13 de julio.
Otro estudio difundido en la conferencia muestra a su vez que las personas infectadas con el virus del sida tienen el doble de posibilidades de crisis cardíaca y de accidente vascular cerebral que el resto de la población.
El aumento del riesgo cardiovascular en estos pacientes, todos bajo tratamiento antiretroviral, parece deberse a una inflamación de las arterias, precisan los autores del estudio, publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) y presentado en la conferencia de Washington.
La inflamación arterial sería a su vez provocada por «un mecanismo que activa el sistema inmunológico y aumentaria así el riesgo cardiovascular en estos pacientes», dijo Steven Grinspoon, del Massachusetts General Hospital, principal autor de la investigación.