El Gobierno porteño deberá indemnizar con más de medio millón de pesos a los padres de un menor que, al nacer en 1993, contrajo una bacteria en el Hospital Rivadavia por «deficiencias en bioseguridad del nosocomio».
La sentencia, contenida en una resolución de diez carillas, la firmó la jueza en lo contencioso administrativo y tributario porteña, Elena Liberatori.
La magistrada tuvo por probado que el menor, cuya identidad no se reveló, contrajo la bacteria «klebsiella», que le impide desarrollar su vida con normalidad, «mientras se encontraba en la Sala de Neonatología del Hospital Rivadavia, luego de que su madre asistiera de urgencia por un parto prematuro».
«Quien contrae la obligación de prestar un servicio lo debe hacer en condiciones adecuadas para cumplir con el fin para el que ha sido establecido, y es responsable de los perjuicios que causare su incumplimiento o su ejecución irregular», afirmó la jueza, quien notificó su resolución al ministro de Salud, Jorge Lemus, y al titular de la Comisión de Salud de la Legislatura porteña.
Liberatori afirmó que quedó «demostrado» que el hospital Rivadavia «no contaba ni cuenta con las medidas necesarias para evitar o al menos disminuir al mínimo la posibilidad de contraer dicha bacteria» tal como le ocurrió al niño nacido el 26 de agosto de 1993, tras un embarazo de 38 semanas, y quien debió permanecer un período en la sala de incubadoras.
Por la bacteria, el bebé sufrió «meningitis a klebsiella», artritis de cadera y, al realizársele una tomografía, se detectó «un cuadro de hidrocefalia que iba en crecimiento» por lo cual fue derivado al Garrahan donde se le realizó una nueva «punción lumbar y se decidió colocar una prótesis valvular de drenaje, ubicada en la base del cráneo, que produjo la mejora de su estado y fue regularizando la circulación del líquido cefalorraquídeo».
El monto que deberá pagar el gobierno porteño a la familia del pequeño asciende a 510.000 pesos.